Cambre d'Aze se salva de la quiebra
Pocos años atrás Puigmal 2900 se vio en la misma situación, provocada por una fuerte inversión para montar un nuevo telesilla, seguido de unos inviernos malos climatológicamente. Los fuertes recortes presupuestarios obligados por la entidad económica francesa, dejó una estación sin renovarse, y la huida de usuarios hasta que viendo que no se enderazaban los números, se cerró.
De estos errores se ha aprendido en Canbre d'Aze, que junto a la Chambre Régionale des Comptes han llegado a un acuerdo de control de presupuestos pero repartidos en varios años. En Mayo del año pasado se detectó un déficit en los gastos de explotación de un 25% sobre un presupuesto de 2 millones de euros.
De todas maneras la Cámara de Cuentas reconoce que es un mal general del Pirineo francés. Si en 2004 se vendían más de 6 millones de días de esquí, ahora apenas superan los 4 millones. La clientela internacional se va los Alpes, y los pocos extranjeros llegan de Catalunya principalmente, donde sus estaciones también están logrando retener a los esquiadores evitando que pasen la frontera gracias a nuevas promociones y la modernización de las instalaciones.
La otra estación que sigue en la cuerda floja es Puyvalador. A dia de hoy sigue con una fuerte deuda y sin una solución a su resolución. Por lo que como cada año, se tendrá que seguir de cerca para ver si abre el próximo invierno. Puigmal 2900 sí que seguirá cerrada.