A la cima más alta de Alemania puede subir quien quiera. A la de España también, pero al Zugspitze germano se puede hacer desde este pasado mes de Diciembre a bordo de un modernísimo teleférico que te dejará en los prácticamente 2.962 metros de este pico.
La tarea de montar todo aquello no ha sido fácil. Más de tres años de obras y una contínua lucha contra la naturaleza, que se ha ido defendiendo con fuertes pendientes y nevadas feroces. Pero 50 millones de euros y otros tres años previos de planificación, han sido suficiente para doblegar al Zugpspitze, quien ya había sido conquistado anteriormente, primero a pie, un 27 de agosto de 1820, año en del primer escalador que alcanzó su cima, y más tarde en 1899, cuando se abrió allí arriba un observatorio meteorológico. En 1931 se construyó el primer teleférico, y unos años más tarde incuso un
Hoy, si aquel primer escalador que llegó a la cumbre del Zugspitze en 1820 se plantara de nuevo en el mismo lugar, apenas lo reconocería. Y es que no solo se ha conquistado a base de hierro, sino que se ha domesticado y domado su cima a base de edificaciones. En la Segunda Guerra Mundial incluso la dinamitaron!
Quizás por eso, y por hacer de aquello un lugar más amable, quisieron regalar al Zugspitze un teleférico moderno, bello y encantador. Han sido seis años entre planificación y obras de construcción, pero el nuevo proyecto ha valido la pena. No lo dicen solo los responsables del nuevo remonte, sino todo aquel que ha subido, así lo aseguraba Martin Hum el día de su inauguración:
Pero si espectacular es el propio teleférico y sus panorámicas mientras subes, no menos lo son sus estaciones de salida y llegada, sobre todo esta última. Dividida en tres pisos, se ha construído literalmente sobre la pared de la montaña, por lo que se ha aprovechado para colocarle grandes ventanales y barandillas panorámicas con terraza panorámica en 360º accesible directamente desde su restaurante.
El techo de Alemania se ha democratizado definitivamente, y ahora cualquiera que pueda costearse el billete (33,50 € en verano), puede subir hasta allí arriba, bien sea para pasear, o para aprovechar algunas de las pistas de la estación de esquí de Zugspitze (45€/día). Y para los que quieran más, al lado y con el mismo forfait, pueden degustar las de Garmisch-Partenkirchen, las más populares del país.
¿Y los récords? se preguntará más de uno. Pues bien, aquí están...
- Es el teleférico que salva el desnivel más largo del mundo en un solo tramo: 1945 metros;
- Tiene el soporte de acero más alto en un remonte: un poste de 127 metros, el único que hay.
- El mayor recorrido de cable sin sujetarse por pilonas: 3.213 metros.