Para lograrlo no solo propone bajar precios, sino asegurar la nieve en sus pistas. Para ello ha invertido el grueso de su presupuesto para la próxima temporada de esquí, en reforzar su nieve artificial. Ya ha demostrado que en los grandes eventos son capaces de dejar las instalaciones deportivas en perfectas condiciones, y ahora atacan las pistas más comerciales. De esta manera para este invierno el 54% del area esquiable de La Molina estará asegurada con sistemas de producción de nieve.
La inversión no se queda en su estación buque insignia. En total han sido mas de 4 millones de euros de los cuales que Vall de Núria y el tren de cremallera se han llevado 1,8 millones. Las estaciones de Skipallars, Port Ainé y Espot, se han quedado otros 871.000 euros y 400.000 más para la carretera comarcal de Rialp. Al mismo tiempo, también se han destinado 803.000 euros a Vallter 2000, y 400.000 más a La Molina.
A la espera de qué se superen los 475.000 forfaits que se vendieron en la última temporada, Ticó apuesta para dar la máxima potencialidad, visibilidad y referencia tanto a las estaciones como al territorio. "Sabemos que son estaciones con tipologías, potenciales y perfiles diferentes", ha añadido Ticó.
- El de La Cerdanya-La Molina (que da acceso al resto de estaciones) costará 494 euros
- El del Ripollès con el que se podrá esquiar en Vallter y Vall de Núria costará 400 euros y
- El del Pallars que da acceso a Espot, Port Ainé y Tavascan) será el más económico, 350 euros.
