- Dendros, de Madrid;
- Andrés Alvez, de Villanueva de Gállego (Zaragoza),
- Neugest 1957, de Barcelona;
- Ingeniería Civil y Medioambiental, de Barañain (Navarra) y
- Restneige MDP de Vilac (Lleida).
La Junta de Gobierno de la Diputación aprobó en junio el expediente de contratación para el estudio de viabilidad de la estación de esquí alpino. El citado estudio, que tiene un precio de 33.000 euros, analizará la posible implantación de una estación de esquí alpino en el macizo de Urbión dentro de los términos de Duruelo, Covaleda y Vinuesa, comenzando por definir el lugar donde resultaría más adecuado situar la estación y valorando ventajas o inconvenientes respecto a otras posibles, siempre dentro de los citados términos municipales.
La empresa que resulte adjudicataria tendrá tres meses a partir de su designación para elaborar el informe. Un pormenorizado estudio en el que se definirán y cuantificarán las inversiones en infraestructuras, edificaciones, pistas, accesos y el resto de elementos que necesitará la pista de esquí para funcionar. Aquí se enmarcarían los aparcamientos, los accesos, el tendido eléctrico y las edificaciones de la estación, como las taquillas, la cafetería-restaurante, las dependencias de alquiler de material, la escuela de esquí y las oficinas, así como un posible local comercial.
Análisis
Parte importante del estudio será el análisis de la demanda, esencial para determinar la vialidad económica de este ambicioso proyecto que la Diputación resucita ahora después de tres décadas «como un importante motor de desarrollo que permitirá fijar población», según indicó el presidente, Luis Rey, hace unas semanas.La empresa que resulte adjudicataria para elaborar el estudio deberá aportar una tabla comparativa con todas y cada una de las estaciones de esquí alpino existentes en territorio español. En ella tendrán que quedar reflejados todas ellas aspectos como cotas máxima y mínima, kilómetros de pistas esquiable, orientación predominante de las mismas, titularidad de la estación, forma de gestión de la misma, el coste de desmantelamiento de las instalaciones al final de su vida útil, y afluencia de esquiadores que en promedio anual de los últimos cinco años han abonado forfait en cada una de las estaciones según una fuente contrastada.
