"No es normal que al final de una jornada de siete horas los monitores tengan que hacer de camareros en la noche para poder llegar a fin de mes"
Esta demanda fue trasladada a la directora de Ski Andorra, Montse Guerrero, en el transcurso de una reunión mantenida la semana pasada. En el encuentro, la asociación planteó un incremento del precio de la hora "razonable" y "coherente". Además, también expuso otros aspectos históricos que no han visto la solución después de muchos años. Entre estos está la necesidad de que las estaciones suministren a los monitores las prendas que utilizan en el lugar de trabajo, equiparándose al resto de personal. La realidad es que hoy, en algunos dominios, los monitores se deben pagar el uniforme, algo que consideran poco respetuoso con la legislación laboral. Asimismo también se destacó que hay que clarificar cómo se tratan y cómo se remuneran las horas particulares, que son las que se cobran más caras que los clientes piden por un profesional concreto, y se propuso que se reconociera y compensara a los monitores que poseen el sello ISIA (que acredita la formación máxima internacional en esta profesión) y el ISIA Card (que indica que, aparte de esta titulación, se ha superado unas pruebas que aseguran que aquel profesional tiene un nivel superior). La asociación destaca que si esta información se difundiera entre los usuarios se convertiría en un atractivo más para la estación, ya que es una garantía de que se tiene el mejor personal, al tiempo que sería beneficioso para los propios profesionales, que verían premiado su "esfuerzo para ofrecer el mejor servicio". En Andorra no hay ninguna estación que dé a conocer este aspecto entre los clientes.
En la reunión con Ski Andorra, la Asociación de Monitores de Esquí también incluyó dos nuevas cuestiones. Por un lado se planteó facilitar la movilidad de estos profesionales entre las diferentes estaciones del Principado, es decir, que puedan trabajar tanto en Grandvalira como Vallnord ya sea a nivel particular o con clientes. Hoy esta posibilidad ya se prevé pero no es una práctica automatizada ni habitual. La entidad señala que esto puede ser interesante para todas las partes ya que, por ejemplo, puede haber clientes que deseen cambiar de estación en su estancia en el Principado.
El segundo punto hace referencia a la organización ISIA, que quiere saber qué ventajas ofrecen los dominios esquiables andorranos los poseedores de sus titulaciones (ya sean servicios gratuitos o descuentos, entre otros). Desde la asociación se destacó que este es un aspecto positivo para las estaciones ya que puede ser un elemento para atraer monitores de otras partes del mundo que en el futuro pueden convertirse en prescriptores del destino entre sus clientes.
Tiempo suficiente
El presidente de la Asociación de Monitores de Esquí explicó que la reunión con Ski Andorra se celebró con suficiente antelación para poder llegar a un acuerdo como máximo de cara a septiembre. "Los temas deben estar claros antes del inicio de la temporada porque son cuestiones que deben reflejarse en los contratos", declaró Iriarte. De esta forma se quiere evitar que suceda como el año pasado en el que el inicio de la temporada imposibilitó que las dos partes pudieran reunirse para tratar las diferentes demandas de los monitores.Ahora, la directora de Ski Andorra trasladará a las estaciones las demandas y se concretará día y hora para que la entidad pueda reunirse con los dominios esquiables para poder negociar. Iriarte dejó claro que "nosotros formamos parte de un sector y queremos que este sector funcione". En este sentido subrayó que todas las propuestas que han trasladado a la patronal de la nieve tienen por objetivo
"que gane la estación, la escuela de esquí y nosotros porque el servicio que vamos a ofrecer a nuestros clientes y la imagen será más positiva".
