Ajona confía conseguir cambiar de tendencia
"porque arrastramos una deuda y no somos capaces de reducirla, pero lo que sí somos capaces es de reducir el déficit de cada año. Cuando asumí el cargo hace un año y medio el negativo de la temporada sumaba 1,7 millones de euros y se rebajó a 900.000, y este año el presupuesto era quedar de 200.000 y 300.000 euros y creemos que podemos mejorar la previsión. El importe definitivo no se conoce todavía porque "hay pagos de operadores turísticos y cifras que se tienen que acabar de terminar"
Pero el directivo de Arcalís insiste en que
"estamos esperanzados porque si en dos años muy limitados en recursos e inversiones podemos hacer esta progresión vemos que aún tenemos mucho recorrido.
Ajona puntualiza que la situación económica condiciona tanto a Secnoa (empresa que explota las pistas de Arcalís) que
"tenemos que correr el doble que el resto para que no nos dejen fuera de la carrera, pero la progresión está siendo buena y el mercado está respondiendo a los cambios y lo que se respira del cliente es que está contento".
No hacer más grande el agujero
Xabier Ajona reconoce que en este escenario de endeudamiento "seguimos muy limitados para hacer inversiones, como hace dos años. Ha mejorado que no seguimos haciendo más grande el agujero y el Comú no tiene que ir tapando un agujero tan grande, y destaca que esto permite que si las cosas mejoran y haciendo un pequeño esfuerzo se pueda hacer alguna inversión.
Sin embargo, añade que la
Ley de estabilidad presupuestaria hace que el Comú tenga aún más limitaciones
"y no puede hacer grandes cosas". La próxima temporada es según la planificación la primera donde se espera dejar de generar números rojos.
"Lo ideal sería que fuéramos capaces de funcionar sin respiración artificial. No será fácil, evidentemente, porque al mismo tiempo el resto siguen invirtiendo y corriente y nosotros seguimos con nuestras limitaciones, pero al final el mercado es lo suficientemente grande para poder ir a buscar a los clientes que realmente encuentran muy interesante Arcalís".
De momento, las expectativas de
Vallnord Ordino-Arcalís pasan por mantener la línea de trabajo
"y que nadie dude que seguiremos siendo lo suficientemente ingeniosos para presentar novedades y ser atractivos al mercado sin grandes inversiones, y siempre sería más fácil presentar un telesilla nuevo o renovar un edificio, proyectos que deberán esperar porque las ideas las tenemos pero debemos ser realistas respecto a lo que nuestras finanzas permiten".
La pretensión de los responsables de Arcalís es conseguir estabilizar la afluencia de clientes. Que haya días punta pero reducir los de las cifras muy bajas. Este último ejercicio ya se ha avanzado en este camino. Ajona destaca que el techo diario de la estación está entre 3.000 y 3.200,
"porque por encima empieza a estar saturado y consideramos que no estamos dando un buen servicio, no sólo en los remontes, también en los restaurantes. No se ha superado este límite que el año anterior sí llegó a cifras de 4.300, 4.100 o 3.800 esquiadores."
Lo que sí ha habido el último invierno han sido pocos días de menos de 1.000 visitantes, frente a las jornadas de 400 o 700 del 2014 hasta 2015.
"Podemos llegar a 220.000 por temporada (este año 193.000) y con estos números y un aumento del consumo por cliente podemos estar hablando de que Arcalís estará en cifras de sostenibilidad"