Y lo que buscaba Vuignier era grabarse él mismo con su iPhone 6 en la función de cámara lenta, a 240fps, mientras proporcionaba la fuerza centrípeta dándole vueltas al aparato, como alguien que arroja un lazo. Para hacer este tipo de grabaciones se suele usar un drone, pero el efecto no es el mismo.
Vuignier no explica exactamente como hizo para suspender el teléfono el aire, pero al parecer usó una impresora 3D para construir un aparato artesanalmente al que ha llamado "Centriphone". El esquiador afirma que no ha usado una GoPro porque no puede grabar a 240 fotogramas por segundo en el modo angular, lo que demuestra el mercado que poco a poco la telefonía móvil va comiendo también a las pequeñas cámaras de acción, como en su día hizo con los aparatos GPS o las cámaras compactas digitales.
En unos días Vuignier ha afirmado que hará públicas las plantillas de su Centriphone mediante un segundo video explicativo, aunque en la misma plataforma de Youtube ya podemos encontrar los primeros trabajos de otras personas que han emulado la hazaña del esquiador. Mientras tanto, vale la pena disfrutar de lo que se ve: la película es sorprendente y técnicamente muy interesante también porque demuestra el enorme potencial de las herramientas que utilizamos a diario.