El director de Port del Comte, Albert Estella, lamentaba ayer el mal inicio de temporada, que, de momento, "es peor" que la pasada, que fue "muy mala". El director confía, sin embargo, en un cambio de tiempo y que la temporada "se alargue por detrás", pasado Semana Santa. Después de cerrar el lunes las instalaciones debido a la lluvia que deshizo la poca nieve que había, ayer por la mañana la estación volvió a poner en marcha los cañones de nieve artificial que le permitieron abrir de nuevo la zona de debutantes con dos cintas, Liebre y Ardilla.
Si se mantienen las bajas temperaturas y la humedad de ayer, Estella confía en que, de cara al fin de semana se podría reabrir la zona de trineos y Tubbies y también existe la posibilidad de ampliar el dominio esquiable con "la pista de Coma Rasa y el telesilla del Querol ". Estas fiestas han pasado por la estación solsonina unas 3.500 personas, sobre todo familias con niños, "una cifra inferior a la del año pasado", asegura Estella.
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