El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de Interés General de la unión de las estaciones de esquí de los valles de Tena y del Aragón, con lo que se acortan los plazos administrativos, aunque estos los tendrá que acometer el próximo gobierno, tras las elecciones de mayo.
El consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, ha explicado en la rueda de prensa posterior a la reunión del gobierno, que a partir de ahora deberán ponerse de acuerdo "los elementos integrantes de la unión", es decir, las estaciones de Formigal, Astún y Candanchú, y los municipios afectados. Tras este acuerdo, podrán iniciarse los trámites definitivos para comenzar con los proyectos constructivos, siempre "buscando un justo equilibrio entre lo medioambiental y el desarrollo del esquí", ha apuntado el consejero.
No obstante, ha recordado que será "el próximo gobierno" quien decida los plazos. Aún así, Bermúdez de Castro espera que sea
"en el menor tiempo posible y que en dos años y medio pueda iniciarse la unión que permitirá ofertar el mayor dominio esquiable del país, conllevará la reactivación del valle del Aragón y posibilitará el desarrollo sostenible de las entidades locales afectadas y del área de influencia".
Se posibilitará "un cambio de modelo de esquí" y pasar de un público de fin de semana a otro de semana completa, ya que se incrementará el acceso al dominio esquiable de esta zona del Pirineo desde cualquiera de los cuatro remontes propuestos.El ámbito de actuación incluye las estaciones de esquí de Formigal, Astún y Candanchú, así como Rioseta y Canfranc Estación. Afectará de forma directa a los municipios de Sallent de Gállego, Canfranc, Aísa y Jaca y, de forma indirecta, a los de Jasa, Borau, Villanúa, Castiello de Jaca, Panticosa, Hoz de Jaca, Yésero, Biescas y Sabiñánigo.
En la documentación para el proyecto, la administración debe incluir consideraciones relacionas con las afecciones al dominio público forestal y pecuario; los riesgos geológico y de aludes; los diferentes escenarios relacionados con el cambio climático; las dimensiones del aparcamiento de Rioseta, o el previsible aumento de la demanda de segundas residencias.
