Sangraba por la nariz, y probablemente esa fuera la razón de que se desorientase. Estos animales van buscando los pastos para ir comiendo, pero a aquella altura hacía meses que la hierba no asomaba, cubierta por la nieve. "Estaba totalmente agotada. No hubiera sobrevivido de seguir allí arriba", comentó Oswald.
Estaba con el fotógrafo Dan Power, así que la aventura quedó inmortalizada. El rider afirma que el gran peso del animal hacía que le costase bajar, y que varias veces estuvo a punto de caer. Finalmente llegó abajo y dejó a la oveja en una zona con hierba, se puso a comer un rato, y cuando recuperó sus fuerzas se largó rápidamente.
Pete Oswald afirma que a lo largo de su carrera, se ha topado con osos, cabras o marmotas, pero que nunca había tenido que trasladas un animal a otro sitio, ni nunca se había encontrado a uno tan lejos de su hábitat natural. El rider supo que hacer, ya que se crió en una granja de ovejas en la localidad de Marlborough, en el noroeste de la isla.