Quiere atraer grupos a Panticosa y Formigal ampliando la política de bajos precios de la temporada pasada. Ultima el acuerdo con la fundación Benito Ardid para utilizar los albergues de Sabiñánigo y de Isín, con 255 plazas. Aramón ofertará alojamiento, desayuno y forfait para esquiar entre semana por 29 €
Esquí para todos los bolsillos. Esto es lo que ofertará el grupo aragonés de la nieve, Aramón, para la próxima temporada 2014-2015, en la que está decidida a ampliar la política de bajo precios lanzada el año pasado por el Gobierno de Aragón para atraer visitantes en los días valle. Con este objetivo, promocionará paquetes de alojamiento, desayuno y forfait por 29 euros, dirigidos especialmente a grupos y colegios interesados en organizar semanas blancas. El precio del paquete está por debajo de la tarifa general del abono de día, que no baja de los 36 euros.
Los responsables de Aramón ultiman el acuerdo con la fundación Benito Ardid para poder utilizar el albergue que ya explota en la población de Isín y el que acaba de asumir en Sabiñánigo para contar con 255 plazas diarias para este fin. En el caso del segundo establecimiento, que forma parte del complejo Pirenarium, el grupo aragonés de la nieve se encargará de la explotación del restaurante asociado, que ha obtenido en concesión. «El acuerdo está muy avanzado», señalaron fuentes oficiales de la empresa.
Estancia mínima de dos noches
La oferta obligará a los visitantes a pernoctar, como mínimo, dos noches e incluye la posibilidad de esquiar en Panticosa y Formigal. El precio del paquete turístico incluyendo el forfait en la primera estación costará 29 euros y en la segunda se elevará la tarifa a 35 euros.No obstante, estas condiciones podría variar algo, ya que también se pretende negociar con turoperadores especializados, a los que se podría colocar parte de la oferta siempre que aseguren una ocupación mínima a la empresa.
Las citadas fuentes oficiales de Aramón señalaron que se trata de la primera experiencia que lanzará de paquetes con estancia en albergue, con la que pretende ampliar el abanico de oferta. El objetivo final es extender el negocio en los valles con la llegada de esquiadores en días laborables en los que se registra menor demanda.
El establecimiento de Isín ya lo venía explotando la fundación Rey Ardid y cuenta con 55 plazas. Las habitaciones son de entre cuatro y seis camas y están completamente adaptadas. También explota en la población apartamentos turísticos. El grueso de la oferta se centrará en el complejo de Pirenarium, cuya gestión acaba de ganar por concurso la fundación, mientras Aramón se ha hecho con la explotación del restaurante. El albergue, que ocupa unas antiguas instalaciones militares restauradas en 2005, tiene 31 habitaciones, 23 de las cuales tienen capacidad más grande, lo que permite alojarse a más de 200 personas.
La política de bajos precios que lanzará Aramón ampliará la iniciativa que puso en marcha la temporada pasada el Gobierno de Aragón, con la que se llegaron a ofertar paquetes de abono de esquí más noche de hotel a partir de 20 euros. En este caso, no se incluía el desayuno y los establecimientos participantes recibieron una subvención «simbólica» de la DGA.
La puesta en marcha de la campaña se limitó a las dos semanas previas al puente de Navidad (del 8 al 13 y del 15 al 20 de diciembre) y con una estancia mínima de tres noches en hoteles de dos estrellas. Las siete estaciones de esquí de Aragón aunaron esfuerzos involucrando a más de un centenar de empresas hoteleras del valle del Aragón, el de Tena y el de Benasque en el Pirineo y de las sierras de Gúdar y Javalambre en Teruel. El producto se denominó ‘Aragón 20’.
Primeros contactos para gestionar hoteles
La cúpula de Aramón no solo quiere lanzar paquetes turísticos a bajo precio en albergues, sino que está decidido a convertirse en un operador turístico más. Con este fin, ha iniciado los contactos para asumir directamente la gestión de varios hoteles situados en el entorno de varias de las estaciones pirenaicas, una vieja idea que nunca ha llegado a fructificar. «El problema que tenemos para competir es el alojamiento, porque la oferta es muy inferior, por ejemplo, a Andorra», explicaron.
