La montaña de Klínovec, la más alto de los Montes Metálicos, en el oeste de la República Checa, constituye un interesante destino turístico para los amantes de la naturaleza y del esquí. Además de sus paisajes y un hotel histórico, en sus laderas crece una moderna estación de esquí y una nueva red de teleféricos.
Klínovec, con sus 1.244 metros sobre el nivel del mar, es la cumbre más alta de los Krušné Hory (Montes Metálicos). Desde su cima es posible disfrutar de una vista excepcional al hermoso paisaje de la cordillera, e incluso en días claros se puede llegar a apreciar el monte Snižka,
a 200 kilómetros!!, la silueta del Javor, en la cordillera de Šumava, o incluso el simbólico monte Ríp.
Los parajes de la cima cuentan además con una torre de televisión y un hotel provisto de una torre mirador de 24 metros de altura,
construida en 1883. El hotel, fundado a finales del siglo XIX y ampliado en varias ocasiones, acaba de ser restaurado, evidenciando cierto renacimiento de los Montes Metálicos como destino turístico. Sus parajes han sido reforestados y además se encuentran en una posición envidiable:
a 120 kilómetros de Praga y muy próximos a la estación de esquí alemana de
Oberwiesenthal.
Una estación de esquí en crecimiento
Al igual que el mencionado hotel, también se encuentra en plena expansión y renovación la estación de esquí de
Klínovec, la mayor de la zona, que estrenará este año nuevos telesillas, pistas de esquí y equipamiento técnico. La inversión alcanza los
22 millones de euros, según comenta el responsable de marketing de la estación
“La primera parte del proyecto era un nuevo telesilla, que construimos entre 2011 y 2012. Tiene una capota naranja en forma de burbuja que la hace única en la República Checa. Estamos intentando usar este telesilla como principal reclamo de la estación. Estas burbujas se podían ver hasta ahora solo en Austria o Italia. Somos los primeros en implantar este sistema en Chequia. ¿Y por qué es naranja? Porque el que se mete adentro no solo tiene la sensación de que hace más calor, sino que además todo se hace más claro, lo que hace la experiencia de esquiar más agradable”.
El trayecto en uno de estos remontes es de hecho más cómodo, al quedar expuestas al viento solamente las piernas. Los administradores de la estación de esquí de Klínovec planean cubrir toda la zona con este tipo de telesillas para aumentar la accesibilidad y modernizar el centro, detalla el director de la estación,
“Hemos preferido invertir en instalaciones más caras. El telesilla con burbujas necesita de nuevas tecnologías, nuevos postes, nuevos cables… El aparato es además desembragables. Todo esto hace que su precio sea el doble que el de uno normal”.
La última ampliación del telesilla lleva desde la cumbre del Klínovec hasta la ladera del monte que da al pueblo de Jáchymov y alcanza una longitud de
dos kilómetros y doscientos metros. Zeman describe las ventajas que aportará,
“Allí encontramos unas vistas totalmente distintas. Además, ese promontorio en concreto une otros valles, con lo que surgirán dos nuevas pistas de esquí de unos tres kilómetros de largo y de entre 50 y 100 metros de ancho, según los parámetros que se piden actualmente. La pendiente de las pistas será de unos 500 metros, dentro de los estándares de las pistas alpinas. El funicular estará listo en julio y preparado para funcionar ya en la temporada de este año. Habrá listos en total cinco funiculares y otras tantas telesillas”.
La parte alemana de los Montes Metálicos también se está modernizando, y Oberwiesenthal cuenta ya con una estación de esquí de similares características. De hecho en la región de esquí Fichtlberg-Klínovec, surgida en 2012, los aficionados a los deportes de invierno disponen de 27 pistas y la posibilidad de utilizar
un mismo pase para ambos centros por el mismo precio. Las dos estaciones están unidas por el llamado skibus, que lleva a los esquiadores
de un país a otro en apenas diez minutos.
El objetivo final es sin embargo
unir las dos estaciones mediante un remonte, algo no tan descabellado si tenemos en cuenta que la distancia en línea recta es de tan solo un kilómetro y medio. El proyecto se podría realizar dentro de cinco años.