Hay dos maneras de ir a esquiar a Suiza. Una es pillarte un vuelo, plantarte en Ginebra e ir a las estación mas a mano que te haya proporcionado el de la agencia. Sí, has estado en Suiza, pero seguramente si mañana vas a Austria te parecerá todo igual. Así que hay otra forma de ir, que es pillarte un vuelo, plantarte en Ginebra e irte hasta un 'pueblo con estación', que es muy diferente a irte a una estación a la que le han colocado una zona residencial, hoteles y la han llenado de gente.
Y eso es lo que diferencia Suiza de otros destinos alpinos. Esa debería ser la razón por la que uno va a Suiza. Para encontrar esas casas antiguas, ese olor a madera húmeda en las calles, pasear oyendo los insectos, o los pasos del caminar de una persona del lugar. Eso es alejarse de las grandes estaciones francesas o austriacas llenas de ingleses y rusos con mas ganas de retozarse por las terrazas que descender por las pistas.
Son barricas donde puedes beber directamente el 'vin du glaciar' una especie de vino dulce típico de aquella región. De hecho estamos en una de las regiones vinícolas mas altas del mundo. Una vez recogen la cosecha, el vino en lugar de embotellarlo, lo echan directamente en esos antiguos barriles. Por tanto, hay que ir hasta allí para beberlo. No se puede ser más auténtico!!.
Los habitantes de esta localidad del Valais andan estos días preocupados. Otros, hay que decirlo, están contentos. La razón es el nuevo teleférico que unirá las pistas de esquí de este pueblo con las de Zinnal. Unos ven prosperidad. Otros ven gente, mucha gente y un cambio en sus costumbres. Han visto como otras estaciones han cambiado en muy pocos años y no quieren pasar por lo mismo.
Hay que tener en cuenta que este pueblo que está a tan solo 110 kilómetros de Ginebra, hasta mediados del siglo pasado eran una especie de nómadas que se movían allá donde iba su ganado. En verano se iban a los pastos altos de las montañas, y en invierno se iban al Valle del Ródano. En 1955 les construyeron una carretera asfaltada e incluso empezó a llegar gente de fuera. Dicen los libros de historia del pueblo, que aquel mismo año se celebró el primer matrimonio mixto. Es decir, alguien se casó con alguien de fuera del valle!. Y con la carretera llegó el turismo, y unos señores que dijeron que aquellas pistas que tenían para su ocio, se podían abrir a esquiadores de fuera.
Se han gastado la friolera de 19,5 millones de euros en un nuevo teleférico que se inaugurará el próximo 21 diciembre. Con sus 3,5 kilómetros de longitud, no solo será el tercero mas largo de Suiza, sino que permitirá unir las estaciones de Grimentz y Zinnal formando un dominio de 120 kilómetros, además de otros 100 km a los que se puede llegar mediante autobús gratuito.
Las conexiones entre estaciones está en pleno auge en Suiza. Solo este invierno se han unido además Arosa y Lenzerheide, y Bruson a Verbier. Es la solución. No hay otra. Las estaciones pequeñas de Suiza están comprendiendo que se deben unir para poder subsistir. El ejemplo lo tienen no muy lejos de allí, donde la pequeña, aunque conocida, Super St. Bernard, ha tenido que cerrar indefinidamente porque se les habían ido los esquiadores. El turista quiere pueblos típicos, si, pero también grandes estaciones donde pasar una semana sin repetir mucho las pistas. Pero ¿y si le damos las dos cosas? Con la conexión de ambas estaciones, las autoridades de estas dos poblaciones creen haber dado en la solución.
De todas maneras desde hace pocos años ha comenzado una búsqueda obsesiva por encontrar mejores laderas, más alejadas de los bullicios de las zonas cercanas a los remontes. La zona tiene una de las mejores innivaciones. Un día puedes encontrarte todas las palas ya petadas a mediodía, y a la mañana siguiente levantarte y estar todo virgen para tí solo. Y cerca de los remontes. Pero aún así empieza a haber una pequeña diáspora hacia laderas mas alejadas.
De esta nueva moda en el lugar se encargan nuevas empresas de guías de montaña que guían al esquiador hasta valles totalmente vírgenes a cualquier hora del día. Una de esas rutas, quizás la mas famosa, es la que comienza al final del remonte que te deja en Arête de Sorebois, a 2.896 m. Estamos en mitad de las dos estaciones. Una vez arriba hay que pararse y mirar lo que rodea. Estás justo en medio de la 'Corona Imperial', un anillo de cinco picos de mas de 4.000 metros que rodean Zinnal. Un poco más allà está Zermatt y sus 30.000 camas hoteleras, pero tu en cambio estás allí oyendo el silencio. Desde allí el guía te llevará hasta el Lac de Moiry, una de las rutas mas bellas y con mejor innivación. Además es fácil esquiarla, con suaves pendientes bien abiertas y cubiertas de metros de nieve polvo. El final está en la misma presa. Tanto es así, que con los esquís puestos puedes asomarte al otro lado del muro y experimentar el vértigo con unas tablas colocadas en los pies. Desde allí se puede volver esquiando entre pastos y senderos hasta Grimentz.
El nuevo teleférico ha traído mas proyectos. Un nuevo gran hotel de lujo de la cadena Six Senses, una cadena conocida en nuestro continente por sus Spas dentro de hoteles de gran lujo, pero que solo tiene establecimientos propios en Asia. Es meticulosa a la hora de buscar emplazamientos, y busca lugares especiales. Por eso el hecho de que se haya fijado en Grimentz dice mucho de esta población.
Los puristas critican que este remonte no va a crear un solo kilómetro de pista nuevo. Que por tanto acercará las palas a cualquier esquiador. Temen que les lleguen las masas. Pero por suerte recuerdan algunos que el pueblo no tiene las camas suficientes como para que las agencias todavía se fijen en ellos para llevarles turistas 'a granel'.
Por ahora Grimentz tiene unas cuantas cantinas y una discoteca. Sus bares y tiendas son baratas en comparación con otros destinos en el país, y se puede encontrar alojamiento por precios amables. El forfait es barato, y los aparcamientos gratis. Y si te aburres por la tarde, siempre puedes asistir a una 'lucha de vacas'. Donde mas se puede encontrar tanta tradición al lado de una excelente estación de esquí?
La Val d'Anniviers, donde están estas dos estaciones, cuenta con otros dos complejos turísticos St-Luc/Chandolin y Vercorin, todos a poca distancia unos de otros, y conectados por un servicio de bus incluido en el forfait. Será cuestión de tiempo que acaben conectadas todas.
- Cabinas: 2 de 125 plazas cada una
- Capacidad transporte: 825 personas/hora
- Longitud total: 3.522 metros
- Peso del cable: 4 toneladas
- Pilonas: 3
- Velocidad: 10m/s (35km/h)
- Tiempo de trayecto: 7'20"
- Inauguración: Enero 2014 (las nevadas han obligado a retrasar las obras)
Para más información: Oficina de Turismo de Suiza