El 31 de Julio de 2005, una normativa europea prohibía cualquier anuncio de tabaco, ya fuera en revistas como en la tele o en cuñas radiofónicas. Y eso incluía también a eventos deportivos o de motor como la Fórmula 1. Desde ese día los monoplazas debieron cambiar sus patrocinadores. Algunos lo hicieron por bebidas alcohólicas, y mas tarde fueron bancos y compañías telefónicas las que acababan sustituyendo principalmente a cigarrillos y botellas de alta graduación.
Phillip Morris en cambio ha logrado mantenerse hasta nuestros días burlando la legislación en materia de publicidad. Lo ha logrado pintando simplemente los colores de Marlboro en los monoplazas, el rojo y el blanco, adornado con un código de barras. Legalmente el nombre de la marca de cigarrillos no se ve por ninguna parte, pero subliminalmente el espectador veía la marca al asociarla con sus colores tradicionales.
Pero todo llega a su fin, y puede que porque esta fórmula ya no le es tan rentable, o porque realmente la venta de tabaco está bajando a nivel mundial, la realidad es que la empresa norteamericana anuncia que de momento no podrá dar apoyo económico al Wroom 2014, y ya se verá si seguirá pintando los colores de la escudería Ferrari y Ducati.
Por el momento solo ha anunciado su retirada del evento de este año, pero si la situación se consolida y además también lo hace con su apoyo económico a las dos escuderias, ambas marcas de las 2 y 4 ruedas se verían en ciertos apuros...
