Los responsables de La Pinilla están haciendo estos días las valoraciones pertinentes. Los datos provisionales son buenos y ese porcentaje de mejora puede suponer que la cifra de esquiadores que ha registrado la estación ronde al final las 50.000 personas, 10.000 más que el año pasado,
«Empezó muy bien la precampaña de noviembre con la venta de bonos y nuevos productos, que fue un éxito, y en diciembre no estuvo mal la semana del puente de la Constitución»
Pero los más de cien litros de agua por metro cuadrado que cayeron en diciembre arruinaron las expectativas del mes y la estación tuvo que cerrar durante las vacaciones de Navidad, que es un periodo importante en La Pinilla.Las cosas mejoraron en enero. A partir del día 15 y hasta finales de febrero la estación tuvo seis semanas «muy buenas», explica el director.
«Hicimos mucha nieve artificial y logramos una base muy buena que pudimos aprovechar muy bien, aunque no hubo grandes nevadas».
A finales de febrero, el equipo de la Pinilla esperaba cerrar «una temporada excepcional» porque sin haber terminado la segunda parte de la campaña ya habían conseguido obtener una recaudación igual a la de toda la anterior, y el primer fin de semana de marzo fue excelente: «Tuvimos a más de 3.200 personas, un récord que no se registraba desde la temporada 2006-2007».
Marzo irregular
Pero marzo se presentó como un mes muy irregular y lluvioso. Primero fue el viento, que obligó a cerrar varios días, y después el agua. El día 19 la nieve estaba dura, de buena calidad y con espesores de 90 a 35 centímetros en los más de 12 kilómetros de pistas abiertas. Entre este día y el siguiente la estación tuvo cerca de mil esquiadores, y hasta el día 25 las condiciones fueron buenas. Pero el 25 de marzo comenzaron las lluvias persistentes y la estación cerró a la espera de una posible reapertura; luego, al continuar las precipitaciones –más de 200 litros por metro cuadrado que limpiaron de nieve las pistas–, las altas temperaturas y el fuerte viento de poniente, el director de la estación tuvo que dar por terminada la temporada de invierno el día de Viernes Santo. Las pérdidas por no haber podido trabajar en Semana Santa rondan los 100.000 euros, «Podría haber sido una temporada bastante buena, por eso consideramos que ha sido agridulce porque, aun así, hemos tenido un aumento respecto al año 2012 de más del 20%»
. El director mantiene una lectura positiva en muchos otros aspectos. Por un lado, declara que «estamos contentos porque los productos dirigidos a un segmento del mercado medio y alto han tenido muy buena respuesta, y todos lo relacionado con grupos, también».
Atención y nieve artificial
Esta temporada destaca de forma especial el buen comportamiento de «todo lo que tiene que ver con el márquetin y los servicios de atención a los clientes», como la elevada cifra de seguidores en las redes sociales (4.800 en Facebook frente a los 600 de hace dos años). Además, González apunta que los nuevos equipos para fabricar nieve artificial han permitido innivar las pistas con 160.000 litros de nieve «con una calidad excepcional» utilizando 80.000 litros de agua, así como afianzar la apuesta por la pista de Focas, que en 2012 estuvo abierta una semana y este año prácticamente toda la temporada. El director de La Pinilla resalta además «la gestión del día a día porque, con independencia de los rigores climáticos, todo lo referido a la explotación ha funcionado»
E insiste en la producción y el tratamiento de la nieve: «Hemos conseguido unos estándares de calidad muy altos y ante el viento, que es un meteoro muy importante, ha aguantado muy bien».
Las máquinas entrarán en la pista del Bosque para arreglar el socavón
Esta temporada han caído sobre La Pinilla más de 300 litros de agua por metro cuadrado, cien en diciembre y más de 200 en el mes de marzo. La fuerza del agua creó ríos de barro en algunas pistas, encharcó la zona del Gran Plató y provocó deslizamientos de tierra en varios taludes y un socavón en la pista del Bosque (el desbordarse el arroyo de Pedro Rico), además de un corrimiento en la zona de Gran Plató.También se han producido varias escorrentías en diversos lugares de la estación, aunque en este apartado Ángel González que gracias al trabajo realizado durante 2012 los daños no han sido mayores. La limpieza y el acondicionamiento de todas las agüeras ha facilitado que drenaran bien todo el agua que ha caído, más de 300 litros por metro cuadrado durante toda la temporada. Ahora el trabajo más importante será reparar el socavón del Bosque, donde entrarán las máquinas cuando esté seco,
«Una estación de montaña tiene tres meses de funcionamiento y nueve de preparación sin los que no podría funcionar, y todo se debe al mantenimiento en verano»
Parece el milagro de los panes y los peces de Jesucristo.