"Entre enero y febrero se ha perdido todo lo que había hecho más en diciembre. Lo que se ha perdido ya es irrecuperable y deja un agujero en las cuentas que hace daño".
Con una situación que preocupa a los responsables de la estación, Rafael celebró "la prudencia absoluta del consejo de administración a la hora de planificar la temporada. Se ha hecho un esfuerzo de contención del gasto en las sociedades que nos ayudará a pasar un poco mejor la situación de dificultad causada por el exceso de nieve".
Y es que con la crisis, los esquiadores de los países vecinos se piensan dos veces antes de cruzar la frontera. "La gente no arriesga nada, y quien hace el esfuerzo de venir quiere garantías de que lo que encontrará está a la altura de lo que espera."
Sin embargo, el director general de Vallnord se mantiene a la expectativa de lo que pueda dar de sí el mes de marzo. "Veremos como va, pero apunta bien en cuanto a las reservas. Hay nieve, y si el tiempo nos medio acompaña quizá podamos remontar un poco".
Lo cierto es, sin embargo, que las nevadas que han caído en todo el Pirineo han hecho, también, que la clientela se reparta entre las estaciones y cuesta que lleguen esquiadores, sobre todo, catalanes. Así, una de las previsiones de Vallnord es explorar mercados más allá del español. Se están haciendo esfuerzos importantes para hacer crecer los usuarios franceses y se confía sobre todo en el cliente ruso, que a día de hoy ya tiene una presencia importante.La privatización, una necesidad
Durante la entrevista en COPE An-dorra-AD Radio, Martí Rafel también dio su opinión sobre el proyecto para privatizar el EMAP que tiene sobre la mesa el Comú de la Massana. El director general de Vallnord se mostró partidario de esta posibilidad al asegurar que "está clarísimo que el EMAP necesita una inyección económica". Rafael expuso que no se está esperando la llegada de "un mecenas" sino que se trabaja para ajustar las cuentas y se confía en que "con una inversión de capital privado pueda cambiar el panorama". Recordó que tanto la EMAP como Secnoa son sociedades que cierran la cuenta de explotación en positivo pero que se ven castigadas por la amortización de la deuda. "Es imposible generar cash-flow para equilibrar las cuentas", reconoció, relativizando el problema, ya que esto implica que "las grandes inversiones ya están hechas".
