El referéndum encendió un gran debate entre populares y socialdemócratas, actualmente gobernando en coalición, que se tomaron la consulta más como una prueba de cara a las elecciones generales del próximo septiembre que como un análisis sobre el rol de «la mili» en la sociedad austriaca. Así que cuando de repente aparecieron militares limpiando la nieve de las pistas de Schladming, unos y otros se han vuelto a enfrentar, arrastrando con ellos las voces de muchos austriacos.
En total no fueron mas de 70 reclutas los movilizados durante la noche anterior a la inauguración de los Mundiales, cuando una gran nevada amenazaba con tirar al traste la fiesta. De hecho tras las carreras de Kitzbuehel, ha sido común ver a las tropas merodear por las pistas de la estación mundialista realizando tareas de apoyo a los operarios, con esquís y grandes palas, excavando frenéticamente para colocar las redes de seguridad.
Con cerca de una docena de pruebas internacionales entre Copa del Mundo de esquí, nórdico o saltos, el ejército es contratado a menudo para estas tareas. Aunque quizás en este momento, tras el referéndum, las cosas se han visto de otra manera. En la ceremonia de apertura, en la que estaba presente el mismísimo Arnold Schwarzenegger, una pequeña guarnición de las tropas de montaña marcharon al frente para levantar las banderas de Austria y la Federación Internacional de Esquí (FIS). "¿Así que para esto necesitamos a nuestros soldados?", se llegó a oir entre el público, según algunos medios de prensa.
