La situación no era propia solo de las grandes estaciones del Pirineo o el sur del país, sino que en la Cornisa Cantábrica han vivido también su particular festival de esquiadores. En Alto Campoo su Director explicaba que la estación estaba llena hasta la bandera, y que no cabía un coche mas en los dos aparcamientos. Allí han abierto todos los remontes excepto uno, y el 90% de las pistas. Mientras en las estaciones de Asturias tampoco se quedaron cortas, con mas de 4.000 esquiadores que marcaron un record de la temporada.
En Manzaneda mas de 6.000 personas acudieron a esquiar en los 15 kilómetros de pistas abiertas, en el que es el día de mayor afluencia de la temporada, mientras en León casi 10.000 personas se juntaron entre San Isidro y Leitariegos.
La nota negativa se la llevaron las estaciones en las que apareció el viento, como fueron el caso de La Molina y Masella, donde cientos de aficionados hacían larguisimas colas para comprar el forfait en una jornada en el que en las cotas medias y bajas reinaba el sol y viento en calma, pero en las zonas altas las fortísimas rachas de viento obligaron a cerrar los remontes, desluciendo una jornada que prometía ser pletórica. La parte positiva es que en estas estaciones las nevadas fuertes comienzan a llegar a partir de mediados de febrero, con lo que tal como están actualmente de condiciones de nieve, volverán a tener la oportunidad de hacer un lleno hasta la bandera.
Así, una vez mas se puede ver que cuando hay nieve el esquiador responde y sube a pistas. Otra cosa es el dinero que se gaste en los servicios que giran entorno a la venta del forfait, como es el de la hostelería o alojamientos, que puede ser menor al tirar mas de bocata o hacer un 'sube-baja'.