Para los que no esquían en la cima hay varias instalaciones para visitar, como la torre de retransmisión de Swisscom, así como un restaurante panorámico del que se dice que en los días claros se puede ver hasta seis países (Suiza, Alemania, Austria, Liechtenstein, Italia y Francia), o simplemente hacer la bajada mediante raquetas de nieve.
Para acceder a la cumbre se debe tomar el teleférico Schwägalp-Säntis, que es el que ha servido para transportar hasta la cima la que será la nueva atracción de este invierno, un Rolls Royce Pahantom II fabricado en 1930, y que estaba expuesto en el Museo Dorbirn (Austria). Se trata de todo un modelo único con alberga un motor de 120 CV capaz de subir hasta lo alto de cualquier montaña, pero no hay carretera hasta el pico, así que se decidió subirlo usando el teleférico.
El transporte del Phantom II hasta la base del Schwägalp-Säntis fue relativamente sencillo, y se hizo con un camión. Una vez allí con una plataforma se enganchó el automóvil a los bajos del teleférico, y los técnicos esperaron que reinara cierta calma que no produjera movimientos en el remonte. Aún así, el frío reinante hizo que se tuvieran que sustituir los cables por otros que soportaran temperaturas extremas. El teleférico fue moviéndose lentamente hasta la cumbre, pero las fuertes nevadas provocaron que se tuviera que parar dos veces. Ya arriba, los grosores de mas de un metro complicaron mas la tarea de llegada.
A partir de ahora el coche estará expuesto desde el 21 de Diciembre al 21 de Abril, y espera que sea visto por los miles de visitantes que acuden a esta cima.
