Desde los 1.898 metros de altura a los que se encuentra la estación del nuevo teleférico, los visitantes descubren un espectáculo sin par: diez lagos, los picos nevados que atraviesan los cantones de Saint Gallen, Grisones, Uri, Berna y Valais, así como pueblos y ciudades de las cuatro zonas lingüísticas de Suiza. Más allá, en un día despejado, es posible observar sin dificultad el macizo del Gotardo, la cadena montañosa de los Vosgos, en Francia; la Selva Negra, famosa región boscosa de Alemania, y los Alpes, que entran a territorio de Austria y Liechtenstein, tal como recuerda el director del "Cabrio Stanserhorn", Jurg Balsiger,
La gran novedad, en términos tecnológicos y de oferta turística, es que es el primer teleférico de su tipo en el mundo y su puesta en operación ha tenido tal éxito que los responsables del proyecto han recibido en cuestión de semanas la visita de varios inversores extranjeros interesados en comprar la patente y repetir la experiencia en sus países. Para la primera versión de este teleférico, comenta orgulloso Balsiger que
Desde el pasado 29 de junio, cuando el Cabrio fue inaugurado, 87.000 personas han podido sentir en sus rostros la frescura del viento alpino y gozar de una vista extraordinaria en un ascenso muy suave y sin el balanceo típico de los teleféricos, sobre todo al cruzar las columnas de soporte.
Balsiger comentó a Efe que la inversión en el teleférico "Cabrio" fue de 28 millones de francos suizos (unos 23 millones de euros), unos seis millones más de lo que habría costado un teleférico convencional. Ese importe fue sufragado por la compañía pública Mount Stanserhorn Railway, propietaria de las instalaciones y con más de 1.400 accionistas privados.
Desde su apertura, el novedoso teleférico ha transportado a un 25% más de público, en comparación con el mismo periodo del año pasado. El plan de negocio apunta a que, en una temporada completa, se logre un crecimiento del 60% y la cifra de negocio se ubique en 2013 en torno a los seis millones de francos suizos (unos cinco millones de euros), frente a los 4,5 millones de este año.
Está previsto que el Cabrio siga funcionando hasta el próximo 18 de noviembre, cuando quedará cerrado hasta el 13 de abril.
Una vez en la cima, el Stanserhorn ofrece muchas posibilidades de excursión, de 30 minutos hasta otro de sus picos, pasando por un parque de marmotas, o de cuatro horas hasta su punto más alto, una belleza por donde se mire, sobre todo si se tiene la suerte de hacer coincidir la visita con un día soleado. Quien sabe si alguno de estos interesados en construir otro, alguna vez lo hará en una estación de esquí, como manera de lograr un reclamo extra para atraer clientes.