Por eso, aunque ya tiene varias estaciones de esquí abiertas, continua en su proceso de renovación y modernización de las instalaciones ya existentes. Entre ellas algunos complejos invernales que se han mantenido cerrados estos años, o funcionando a precario, como es el caso de Bjelasnica y su estación vecina, Igman, que prácticamente está conectada.
En las dos estaciones este verano se ha estado trabajando en el sistema de innivación artificial para asegurar la temporada más semanas, y se han mejorado las pistas acorde a los sistemas de seguridad establecidos por la FIS. El objetivo no es solo tratar de que los esquiadores nacionales se queden en el país, sino además poder acoger pruebas de Copa de Europa FIS, no solo de Super-G, sino también de Descenso, a partir de 2014.
Para ello cuentan con la colaboración de técnicos y responsables de las estaciones de esquí de Eslovenia. Se está trabajando mucho de momento en las zonas mas altas, y en las pistas de retorno y las que llevan a los hoteles. El objetivo es no parar cada verano, hasta lograr unas instalaciones modernas al nivel de las europeas.