Lo primero que hizo fue acometer una inversión en nieve artificial, cambiando los viejos cañones por nuevos de mayor rendimiento y eficiencia con menos gasto energético. Solo con el ahorro de la factura de la luz, quedaba pagada prácticamente la nueva inversión, según nos comentaba a principios de esta temporada. De hecho, y según explica al rotativo segoviano, desde el 1 de julio de 2011 hasta el 31 de marzo de este año han conseguido un ahorro de un 16% en la factura de la luz. Para ello no solo ha hecho falta renovar los innivadores, sino que se ha tenido que negociar con Unión Fenosa. En el apartado de costes también se ha destacar el incremento en un 1,6% de la factura de personal.
La apuesta le ha salido redonda a Gonzalez Pieras quien reconoce que la nieve artificial ha sido la clave del éxito de esta temporada,
"De no ser por la innivación artificial, La Pinilla no hubiera podido abrir sus instalaciones muchos días de la campaña, ya que las condiciones meteorológicas no han acompañado."
Los cañones de La Pinilla han producido nieve artificial durante 448 horas, con un consumo de agua de 60.000 metros cúbicos, y una fabricación de 30.000 metros cúbicos de nieve a lo largo de la campaña. La producción de nieve ha supuesto un consumo eléctrico de 543.000 kilowatios por hora.El resultado no se ha hecho esperar, y esta misma temporada la estación segoviana vuelve a números positivos tanto en esquiadores como en cifra de negocio. El total de esquiadores ronda los 45.000, una cifra que significa un 10% mas que al cierre de la temporada pasada, mientras que la facturación total se acerca al millón de euros (+6,5% respecto al año pasado), y de ese dinero un 25,6 por ciento corresponde a grupos de esquiadores, una de las apuesta de Ángel González Pieras al principio de la campaña. También aumenta la facturación de la Escuela de Esquí en un 16,6%.
En resumen, una excelente temporada para La Pinilla, que demuestra de esta manera que con buenas ideas y motivación, se puede llevar adelante una campaña en un lugar y un invierno tan complicado como el que se ha vivido en el centro de la Península, donde las estaciones madrileñas apenas han podido abrir un puñado de días, y con una oferta esquiable testimonial.
,el personal parecía más relajado.Se nota el cambio.