Con todo, solo han podido abrir Masella y La Molina con 3 kilómetros cada una, Baqueira Beret con 17km, Vall de Núria un par de pistas, mientras que en el Pirineo aragonés solo Candanchú ha sido capaz de abrir sus 6 kilómetros de la zona de seguridad.
Las bajas temperaturas han causado, además, la rotura de varias cañerías de agua en municipios de Barcelona donde la incidencia más grave, que se ha producido en Terrassa, ha dejado cerca de tres horas a diversos abonados sin servicio, según ha informado Protección Civil en un comunicado.
Debido a la ola de frío, un total de 420 personas sin techo han sido atendidas por los servicios de emergencias de Cruz Roja en toda Catalunya, y muchas de ellas han sido trasladadas a albergues para refugiarse de las temperaturas siberianas.
La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat mantiene activada la alerta por la ola de frío que podría durar hasta bien entrada la semana y aún hay siete vías afectadas por el temporal en Lleida. La última vez que hizo tanto frío en España había sido en 1956, cuando los termómetros descendieron hasta los 32 grados bajo cero.
La situación es extensible a Europa, donde las heladas están causando estragos, con varios fallecimientos y ciudades aisladas por el hielo y la nieve.