Cuenta el New York Times en su edición dominical de este 20 de Noviembre, que una empresa holandesa ha encontrado una manera de reducir notablemente el gasto energético de estas instalaciones, y que quiere poner en práctica el sistema en Barcelona, donde usará las instalaciones cerca del Puerto para refrigerar, y por eso busca un emplazamiento cerca del Puerto. El proyecto se enmarca dentro de un amplio programa que el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha para transformar el sur de la ciudad en una especie de escaparate de energía verde, en parte mediante el uso de residuos de manera innovadora.
Parte de esa energía se extraerá de una incineradora de tratamiento de basuras, y también de 14.000 toneladas anuales de residuos de parques y jardines de la ciudad, teniendo Collserola como principal fuente de estos restos de bosques y árboles. Esta misma instalación que ha de refrigerar, con el tiempo también ha de calentar. Los 3 millones de MWh anuales que se generarán es solo el 1% del consumo de Barcelona en los próximos ocho años, según Delphine Labeyrie, portavoz de Ecoenergies Barcelona Sud, pero sí ahorrará enormemente los costes de mantener una infraestructura como una estación de esquí cubierta.
Una de las próximas fases será la de aprovechar un subproducto creado a partir del Gas Licuado Natural que desde los depósitos del puerto se envía a la ciudad a una temperatura de -150ºC. La idea es capturar y reutilizar ese frío que se libera cuando el líquido se vuelve a su estado gaseoso, y que ahora se pierde en el mar, ya que todo este proceso se realiza en unas tuberías que recorren el agua marina, que está a una temperatura ambiente. El líquido térmico que absorbe la refrigeración y la transmiten a través de unos circuitos, se vincularía a un centro cercano donde se convertiría en hielo. Los clientes pueden aprovechar ese centro como almacén frigorífico, aire acondicionado u otros procesos industriales, además de proyectos para deportes de invierno cubiertos.
Para que todo este sistema sea viable se ha creado una empresa llamada 'Ecoenergies Barcelona Sud', participada por el Ayuntamiento; por Dalkia, compañía europea líder en eficiencia energética y medioambiental con sede en Barcelona, y filial de la francesa Veolia; y Electricité de France, las dos últimas gigantes mundiales de la ingeniería, con especial experiencia en todo tipo de tratamiento de aguas. El compromiso es comenzar a construir la estación de esquí como muy tarde en 2015.
Las dos instalaciones, la de biomasa y la del Puerto, se englobarán en un solo sistema en el que se incluirán también placas solares, que deberán dar a la ciudad tanto frío como calor.
Uno de los primeros en presentar un proyecto para la instalación, ha sido el estudio barcelonés B01 Arquitectes, una empresa que promueve el desarrollo sostenible en todos sus proyectos. De hecho partió de ellos la idea de montar la estación en el Puerto. Cuando hace tres años se enteraron de la intención de la empresa holandesa Snowworld de construir una estación indoor en Barcelona, rápidamente les propusieron usar el puerto como una forma ecológica de producción de hielo y nieve, tal como indica Sander Laudy, supervisor del proyecto Snowworld-Barcelona.
Para Snowworld, que ya opera dos estaciones cubiertas en Holanda, una de ellas sirve para realizar prueba de Copa del Mundo de Snowboard y de Copa de Europa de esquí, este proyecto es de vital importancia para poder demostrar la vialidad económica y ecológica de sus instalaciones. En su centro de Landgraaf ya usan sistemas de recuperación del calor mediante sistemas geotérmicos, pero en este caso para calentar el restaurante y un hotel adyacente. La empresa también compra créditos verdes de energía eólica. Ski Dubai, propiedad de Majid Al Futtaim Properties, también ha tratado de reducir su factura energética mediante sistemas eficientes y de aislamiento. Sus paredes tienen un grosor de 5 metros y usan agua reciclada para fabricar nieve, según indican en su web.
Moerman afirma que la inversión es de unos 40 millones de euros, y que las dimensiones serían parecidas a las que tienen ellos en Holanda, es decir, con unos 600 metros de superficie esquiable, y que el mantenimiento será parecido, pese a las mas altas temperaturas de Barcelona. Esperan obtener una amplia financiación del consistorio catalán si se incluye una pista de patinaje artístico y de hockey como una parte de la oferta para ser sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona 2022.
Según Vicente Guallart, nuevo arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona desde este verano, se están buscando emplazamientos en la parte sur de la ciudad, para aprovechar las instalaciones de biomasa y de enfriamiento, y poder de esta manera, presentar una mejor oferta al Comité Olímpico Internacional, sostenible medioambientalmente, "cualquier cosa que hagamos, tiene el objetivo de ofrecer unos Juegos 'cero emisiones'" indica el directivo catalán.