La mayoría de participantes, por no decir todos, acuden sobretodo por el mero hecho de pasar una jornada divertida. Al finalizar se pueden reunir en una carpa que se ha preparado para todos en los que habrá comida y bebida. También habrá música en vivo hasta las 21h de la noche. en total mas de 12 horas de diversión.
Este año además contará con la participación estelar de Silvan Zurbriggen, el corredor suizo está este año en el top-5 de la Copa del Mundo de esquí alpino, y tras la carrera charlará toda la mañana con sus fans.
La White Thrill de St. Anton
En St. Anton no se quedan atrás. Allí unos días más tarde, el 23 de Abril, han organizado la ‘The White Thrill’, un evento de culto para un máximo de 550 participantes. Por eso mucha gente reserva con mucha antelación su plaza para la carrera, donde los ganadores se reparten un jugoso premio de 1.900 euros.
En la carrera participan mezclados esquiadores, snowboarders e incluso telemarkers, aunque se hacen tres grupos. El primero sale a las 17h, y los otros dos a las 18h y a las 19h respectivamente. Todos se sitúan en el mismo punto a 2.650 metros sobre el nivel del mar, y a la voz de 'ya!', se lanzan todos a tumba abierta por la Valluga, la mítica pista negra de St. Anton, nuevamente disponible para gente con buenas piernas y experiencia. A mitad de carrera se encuentran con una rampa de 150 metros de longitud, que tienen que subir 'a pata'. Por eso, todos se tienen que quitar las tablas, echárselas al hombro y recorrer los 37 metros de desnivel lo antes posible.
Una vez arriba, nuevamente a calzarse, y a seguir esquiando a toda velocidad. En total son nueve kilómetros de carrera, lo que hace que los esquiadores acaben espaciándose unos de otros. Junto con la rampa que hay que subir, son dos buenos filtros para que no lleguen todos a tropel a la linea de llegada, donde como última dificultad, hay que escalar un buen montón de nieve para pasar la meta. Ni que decir tiene que la gente llega agotada y destrozada. Un buen número de espectadores se reúnen abajo dispuestos a seguir el espectáculo. Para participar hay que pagar 30€, que incluye fiesta y la comida en el Galzigrestaurant.
St. Anton am Alberg y Rendl, las dos estaciones unidas por remontes, ofrecen un total de 440 kilómetros de pistas, y con el 85% de sus remontes renovados en menos de 10 años. Prácticamente todos los telesillas cuentan con su capota protectora, y si no, te ofrecen una manta para cubrirte las piernas en el paseo.