Pero Dinamarca podría añadir una segunda instalación para aprender a esquiar, e incluso realizar alguna bajada para expertos, de llevarse a cavo un proyecto que pretende integrar con el entorno la gran planta incineradora de Amagerforbraending situada a las afueras de Copenhague, e incluso hacer de ella un lugar para el ocio de los ciudadanos. Esta instalación cuenta ya con 40 años de antiguedad, y se están llevando a cabo los planes para sustituirla. El concepto pretende que, en lugar de eser un lugar aislado de la ciudadanía, sea un sitio integrado de ocio.
En el proyecto se pretende crear un rocódromo, un bikepark, y una zona de esquí con 1'5 kilómetros de pistas para todos los niveles. La pendiente se iniciaría en la chimenea y bajaría hasta la misma base de la planta de reciclaje. Para subir hasta la 'cima', se propone un ascensor interior acristalado, de manera que los usuarios pudieran observar en su subida el trabajo de recuperación e incineración que se hace en la planta.
Las pistas discurrirían por una fachada exterior de 95.000 m2, en la que también se colocarían 'cajas verdes', es decir, unos receptáculos con plantas para dar una imagen de montaña.
El proyecto ha sido planteado por Bjarke Ingels Group, conocido por sus diseños radicales y sus conceptos futuristas. El grupo redefine a 'Äúaims', como se ha bautizado el proyecto, como una enorme caja abierta a los ciudadanos, que sirve para esconder lo que se hace dentro. Este grupo está buscando ahora diseñadores para dar forma y funcionalidad a la estructura. Si todo va bien, el nuevo edificio estará listo en 2016.
Más información e imágenes del proyecto: big.dk/projects/amf/


