El resto lo aprende con su entrenador, Zahid Farooq, un militar retirado, que conoció a Abbas a la edad de ocho años en una aldea al norte de Paquistán, en una zona rodeada de montañas, y vio talento en él. Su familia no podía permitirse el lujo de comprarle unos esquís, así que le talló unos en madera. La ladera que bajaba Abbas tenía 500 metros. La de Whistler son 3.105 de un endiablado desnivel, que ya se ha llevado por delante a mas de un esquiador, por eso su entrenador, muestra un objetivo modesto: que llegue al final sin caerse.
Por suerte no lo va a hacer con aquellos viejos esquís de madera, sino con unos magníficos Atomic prestados por la Federación de esquí de Paquistán, y con el apoyo de la Fuerza Aérea Nacional, donde Abbas está actualmente alistado, con el deber primordial de clasificarse para esquiar en Vancouver 2010. Lo que no tiene es el equipo técnico que traen el resto de competidores, así que él y su entrenador, se encargarán de encerar los esquís, ajustar las botas, cantos, etc...
Su entrenador además hace la limpieza, cocina y hace de intérprete, ya que Abbas todavía está perfeccionando su inglés. El objetivo es que el esquiador se centre en el esquí, y nada más que el esquí.
El presupuesto también le dio para hacer un curso intensivo de Slálom en Austria junto a otros siete niños el año pasado. Fueron seis semanas, pero muy intensas.
En cuanto al nivel del país, evidentemente dista años luz del peor de Europa, pero el entrenador ya ha conseguido reunir a un grupo de ocho corredores que ya pueden correr pruebas FIS, y a otros 20 niños que pueden desarrollar en un futuro competidor de alto nivel. Es lo que da el presupuesto, porque tiene una larga lista de niños que se quieren inscribir, pero ni hay esquís, ni pistas.
Muhammad Abbas correrá esta tarde (hora española), pero no será ni de largo, el peor clasificado. Por detrás de el tendremos a otros tan o más exóticos como el mexicano Hubertus Von Hohenlohe (5.067º), el indio Jamyang Namgial (4.697º) y Dow Travers de las Islas Caimán (4,631º), como algunos de los más exóticos esquiadores que participarán en la única prueba abierta a todos los países.
Estos esquiadores, y otros de Marruecos, Senegal, Ghana, Perú, Colombia, Brasil, Corea o lugares tan dispares, hasta formar un total de 70 naciones en el Gigante y 64 en el Slálom, pueden participar gracias a una norma 'B' de la FIS, en el que permite competir a todo aquel corredor que logre bajar de los 140 puntos, y haya participado en una prueba de Copa del Mundo del año anterior a los Juegos, en este caso 2009. En esta caso, pueden jugarse la clasificación para el Slálom y el Slálom Gigante.