“Es una lucha cuerpo a cuerpo entre cuatro corredores en un recorrido creado artificialmente con saltos y curvas parabólicas. La competición ofrece primero un descenso individual de calificación. Sólo los primeros 32 esquiadores se clasifican. Después, éstos compiten en grupos de cuatro y sólo los dos primeros que llegan a la meta acceden a la siguiente fase”.
Técnica y cabeza
Los esquiadores no deben solamente contar con una buena técnica (casi todos han sido integrantes de equipos inferiores de la selección suiza de esquí alpino) pero también deben poseer una gran capacidad táctica para poder destacar. De hecho, la carrera no es sólo contra el cronómetro, sino también frente a los adversarios:
“No basta con ser rápido, es preciso también evitar todas las trampas. El contacto está permitido, aunque están prohibidos los empujones, agarrones y cambios de trayectoria repentinos. La unión entre la habilidad y la inteligencia táctica permite vencer”.
Parece una lucha fratricida, aunque estos gladiadores modernos combaten sin herirse y los accidentes son escasos. El skicross no es más peligroso que otra disciplina deportiva competitiva, indica el doctor, Daniele Mona, especialista en medicina deportiva, Con los galones olímpicos
El skicross fue incluido recientemente entre las disciplinas de los Juegos de Invierno. En Vancouver se entregarán por primera vez las medallas en este deporte y Suiza tiene todas las opciones a su favor para traerse a casa un buen botín, según comenta dice Pfäffli,
Por ejemplo, como el éxito de 1994 en Lillehammer cuando Andreas ‘Sunny’ Schönbächler conquistó la medalla en salto acrobático con esquíes. En Nagano, cuatro años más tarde, el equipo nacional de curling se colgó el oro, capitaneado por Patrick Hürlimann, y en las mismas olimpiadas, también Gian Simmen conquistó el primer puesto en snowboard ‘halfpipe’. En 2002 en Salt Lake City, otro suizo se subió a lo más alto del podio: Philipp Schoch se impuso en el snowboard paralelo. Tanja Frieden lo emuló cuatro años después en los Juegos de Turín al lograr el oro en snowboardcross.
Skicross, un deporte modesto
“Sólo del skicross no se vive”, afirma Ralph Pfäffli. Los atletas no consiguen de hecho, salvo en contadas ocasiones, cubrir los gastos con los ingresos de los patrocinadores o con los premios de las competiciones. En primavera y verano, cuando sueñan ya la pistas cubiertas de nieve, los practicantes del skicross deben ponerse a trabajar para ahorrar el dinero suficiente que les permita realizar sus pasión en la estación fría.
El responsable del equipo suizo calcula que un skicrosser gana por temporada entre 10.000 y 15.000 francos (unos 6.500 a algo mas de 10.000 euros).
El skicross fue incluido recientemente entre las disciplinas de los Juegos de Invierno. En Vancouver se entregarán por primera vez las medallas en este deporte y Suiza tiene todas las opciones a su favor para traerse a casa un buen botín, según comenta dice Pfäffli,
“Las Olimpiadas son siempre una competición muy especial, con reglas propias y con resultados que dependen mucho de la forma física del día en el que se compite. De todas maneras, Suiza dispone de un equipo muy competitivo y por eso esperamos conseguir al menos una medalla”.
La historia le da la razón. Así, los suizos cuando han competido por primera vez en una disciplina de las Olimpiadas si han podido llegar a menudo a lo más alto del podio.Por ejemplo, como el éxito de 1994 en Lillehammer cuando Andreas ‘Sunny’ Schönbächler conquistó la medalla en salto acrobático con esquíes. En Nagano, cuatro años más tarde, el equipo nacional de curling se colgó el oro, capitaneado por Patrick Hürlimann, y en las mismas olimpiadas, también Gian Simmen conquistó el primer puesto en snowboard ‘halfpipe’. En 2002 en Salt Lake City, otro suizo se subió a lo más alto del podio: Philipp Schoch se impuso en el snowboard paralelo. Tanja Frieden lo emuló cuatro años después en los Juegos de Turín al lograr el oro en snowboardcross.
Skicross, un deporte modesto
“Sólo del skicross no se vive”, afirma Ralph Pfäffli. Los atletas no consiguen de hecho, salvo en contadas ocasiones, cubrir los gastos con los ingresos de los patrocinadores o con los premios de las competiciones. En primavera y verano, cuando sueñan ya la pistas cubiertas de nieve, los practicantes del skicross deben ponerse a trabajar para ahorrar el dinero suficiente que les permita realizar sus pasión en la estación fría.
El responsable del equipo suizo calcula que un skicrosser gana por temporada entre 10.000 y 15.000 francos (unos 6.500 a algo mas de 10.000 euros).
“Nosotros pagamos la preparación estival y otoñal a los atletas. En inverno, en cambio, los deportistas deben pagar de su propio bolsillo el dinero para cubrir los costes del viaje y del alojamiento.
Por el momento, todavía el esquí alpino y el nórdico gozan del mayor apoyo financiero por parte de la Federación Suiza de Esquí (Swissski). Sin embargo, nuestro sector no se puede quejar respecto al presupuesto del que se dispone ya que va aumentado continuamente: hace siete años era sólo de 50.000 francos (€), hoy se ha cuadruplicado.
Durante los entrenamientos nos alojamos en casas de vacaciones que nos ofrecen a precios ventajosos. Esta carrera de ahorro y la reducción de los costes de los entrenamientos y de la preparación de otoño tiene beneficios en el espíritu de grupo que sale reforzado”.
Por el momento, todavía el esquí alpino y el nórdico gozan del mayor apoyo financiero por parte de la Federación Suiza de Esquí (Swissski). Sin embargo, nuestro sector no se puede quejar respecto al presupuesto del que se dispone ya que va aumentado continuamente: hace siete años era sólo de 50.000 francos (€), hoy se ha cuadruplicado.
Durante los entrenamientos nos alojamos en casas de vacaciones que nos ofrecen a precios ventajosos. Esta carrera de ahorro y la reducción de los costes de los entrenamientos y de la preparación de otoño tiene beneficios en el espíritu de grupo que sale reforzado”.