Que el esquí es deporte nacional en Austria, se puede comprobar en los índices de audiencia televisivos de la spruebas de Copa del Mundo, en la multitud de aficionados que llenan los estadios en las pistas, y en la cantidad de gente que despiden a sus campeones. Mas de 4.500 personas se fueron hasta la Plaza Hermann Maier, situada en Flachau, población natal del campeón del mundo y situada cerca de Salzburgo para despedir a "Herminator", ganador de 54 pruebas de la Copa del Mundo, que se despidió de todos sus fans tras 13 años de carrera en el mundo del esquí alpino. "Estoy sano y orgulloso de haberme mantenido en la cima durante tanto tiempo. Ahora quiero tomármelo con calma", señaló.
Entre los participantes a la fiesta, que luego continuó en una carpa, estaba el esquiador Michael Walchhofer, el campeón del mundo de saltos Gregor Schlierenzauer, el tres veces campeón del mundo Niki Lauda y el Presidente de la Federación austriaca de esquí Peter Schröcksnadel. El Presidente de Austria, Heinz Fischer, y el tenista Roger Federer, enviaron un saludo a través de un mensaje al móvil.
Respecto a su futuro, pues cuanto mas tiempo pasa más cosas se oyen, desde que podría ser el Presidente del país, a que podría ser el cura de Flachau, pero el ha ido respondiendo a todas estas tribulaciones desmintiéndolas tajantemente. De todas maneras sí que parece confirmarse su incorporación como Oficial de seguridad de la FIS. Es un tema que el siempre le ha dado mucha importancia, y frecuentemente ha comentado su sorpresa cuando ve las caídas de los esquiadores, y que todavía queda mucho por hacer en este sentido, "pero no tengo nada decidido" comentaba en la fiesta.
Por cierto, si 4.500 personas parecían pocas, a la 22h de la noche Hermann Mier sorprendió a la gente anunciando... cerveza gratis para todos!!. Estamos seguros de que aquello debió convertirse en una sonada fiesta.
Despedida multitudinaria a Hermann Maier
Cerca de 4.500 invitados acompañaron hoy al austriaco Hermann Maier en su fiesta de despedida del mundo del esquí. No sólo se trataba de su adiós, sino de la celebración de su 37 cumpleaños. "Es una fiesta de despedida, pero no estoy melancólico ni triste. Desde que el 13 de octubre anuncié mi despedida, no he lamentado ese paso", dijo Maier.
