Enterrado durante algo mas de 4 minutos y medio, es un tiempo increíblemente corto para un suceso de este tipo. A lo largo del vídeo se puede oír como su respiración se acelera. El ruido que se oye no es su corazón sino el pecho que sube y baja golpeando la chaqueta, y los gemidos intermitentes son los intentos de respirar y tomar aire a través de la nieve. A ambos lados de el hay unos alcantilados de unos 30 metros, y tuvo la gran suerte de no caer por ellos. Lo encontraron porque la punta de uno de los dedos del guante quedó fuera, y gracias a que lo vieron pudieron empezar a desenterrar rápidamente.
Además, como si de una película de Hollywood se tratara, en el momento que la pala logra desenterrar la nieve para descubrir la cara del afectado, aparece el sol en el horizonte, como si estuviéramos ante el final feliz de una película.