En Luz-Ardiden, cuando se aproximaba la hora del cierre, un vehículo quitanieves que hacía su última pasada de la jornada, provocó un alud en el momento que pasaba por una de estas capas que se habían hecho inestables. La cantidad de nieve y el grosor, hizo que la carretera quedara taponada, así que el Director de la estación tomó la decisión de hacer pasar a los que quedaban en la estación al Bar-restaurante para pasar la noche. Allí quedaron 442 personas, de las que 68 era del personal de la estación, 20 instructores de esquí y dos gendarmes. Entre el grupo de turistas había dos medicos y tenían comida suficiente, café y mantas, aunque no tenían camas.En general la gente no durmió mucho, y al centenar de niños se los llevaron a la guardería y jardín de nieve. Hoy a las 08h de la mañana se ha vuelto a contactar con ellos, se les ha comunicado su situación de auxilio. Mientras tanto helicópteros sobrevolaban la zona para vigilar posibles aludes y por si tuviera que evacuarse a alguien. A mediodía han podido salir todos.
Aún así, no han tenido la 'suerte' que hace unos días vivieron casi 1000 personas en Auron, donde un alud también bloqueó la carretera durante tres días, y comieron, esquiaron y durmieron gratis. En este caso, la estación de Luz-Ardiden ha permanecido cerrada al público durante el día de hoy por peligro de avalanchas.
En general, casi todas las estaciones del Pyrénées-Atlantiques, Hautes-Pyrénées, Haute-Garonne y Ariège han estado cerradas desde ayer al mediodía por las enormes nevadas que han provocado riesgo de avalanchas, o porque la caída de arboles les han dejado sin luz, mientras que las del Pyrénées Orientales, mas cercanas a Puigcerdà, están en vigilancia permanente. Hoy a mediodía han ido abriendo todas paulatinamente, y se espera que ya haya normalidad para el fin de semana.