«Estamos con la boca abierta. Ha sido todo un boom. Ahora el invierno es la temporada alta del turismo en Cangas del Narcea», decían a La Nueva España Éste es el balance que hacen los empresarios cangueses de turismo rural del efecto que está teniendo, desde su ampliación hace dos temporadas, la estación de esquí de Leitariegos sobre la economía local. Lo hace Reyes García del Castillo, propietaria de una casa de aldea en Oballo, pero podría suscribirlo todo el sector.
Al calor del plan de desarrollo rural Proder se crearán más de 400 plazas de alojamiento entre Cangas del Narcea, Degaña e Ibias. Pero es el concejo cangués quien se lleva la palma en el desarrollo del sector turístico. La llegada del Parador Nacional de Corias, cuya apertura está prevista para 2009, dotará a la comarca de un motor turístico de alto caballaje. Le otorgará proyección nacional e internacional, pues los datos de Paradores Nacionales indican que un 40 por ciento de sus huéspedes son de procedencia extranjera. Alberto San Sebastián, director del Parador Nacional de San Pedro de Villanueva, en Cangas de Onís, subraya el peso que tiene el turista extranjero entre la clientela de la red. «Resulta increíble. Vienen de todos los sitios. Por ejemplo, recuerdo cuando estuve en el parador de Bielsa y, repasando los datos anuales, te sorprendías: ¡Anda, pero si vinieron 300 israelíes!». El director del parador de Cangas de Onís cree que el fidelísimo comportamiento del huésped de Paradores Nacionales permitirá repetir estas estadísticas para el caso de Corias.
Pero mientras el proyecto de reforma de Corias, obra del arquitecto y humorista José María Pérez «Peridis», se hace realidad, la estación invernal de Leitariegos es la que actúa como uno de los principales motores del sector turístico local que, además, cuenta como grandes recursos con los atractivos del parque de las Fuentes y de la Reserva de la Biosfera de Muniellos. Carmen Gayo García posee una casa de aldea en Moal, a unos 50 kilómetros de las pistas: «Los fines de semana de invierno, llenamos. Lo contamos por ahí y no se lo creen».
Se ocupa todo, lo que está al pie del telesilla y lo que queda a más de una hora de viaje. En Leitariegos se está reproduciendo, a menor escala, el fenómeno turístico que ya se registra en Aller con la estación leonesa de San Isidro. En Felechosa no hay una cama vacía los fines de semana de nieve. Es el negocio turístico de la nieve, al que Asturias se sumará abriendo en Aller la estación de Fuentes de Invierno.
Pero en el caso de Leitariegos, aunque los beneficios caen también en Asturias, la diputación de León corre en exclusiva con los gastos: la ampliación de la estación chocó con la normativa de protección ambiental del Principado.
¿Y quienes son estos turistas que están convirtiendo el invierno cangués en verano, hablando en términos turísticos? Respuesta: los gallegos. Un 25 por ciento de los esquiadores que acuden a Leitariegos ya proceden de la vecina comunidad autónoma. En Cabeza de Manzaneda no tienen nieve asegurada, pero tienen
-Con los gallegos, ¿qué tal?
-Ningún problema de dinero, comentan a La Nueva España. Pero ninguno, ¿eh? Esta gente que viene a esquiar paga lo que haya que pagar. Ellos quieren calidad. No son como los turistas de naturaleza, que lo único que te dejan son las papeleras llenas.
Lo dice Evencio Asenjo, cangués, director técnico de la escuela de esquí de la estación invernal. Está más que convencido, habla con vehemencia, de la importancia que Leitariegos está adquiriendo en la economía canguesa tras la ampliación de las instalaciones acometida para la temporada 2004/2005. Aún no se han aportado las cifras oficiales de usuarios al cierre oficial de temporada, fijado para el pasado lunes, pero baste un dato: hace un mes los abonos se habían multiplicado por cinco.
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