Cerro Catedral: Procesan a un esquiador que lesionó a una pareja

En la primera causa que un juzgado Penal llega al procesamiento del imputado por un accidente donde se produjeron lesiones graves culposas en una pista de esquí, el juez Miguel Angel Gaimaro Pozzi asimiló como vehículo peligroso al cuerpo humano, y al esquiador embistente como autor de la imprudencia.
En esta etapa el magistrado recién dictó el procesamiento del sospechoso, pero es probable que pronto redacten la elevación a juicio por el delito mencionado, y se ventile la causa en un juzgado correccional.

Existe un antecedente en la justicia Civil sobre la circulación veloz e imprudente de un instructor de esquí, y un fallo que reguló en 280 mil pesos el monto de la indemnización que debía cobrar un damnificado, pero nunca antes se había considerado delito una conducta similar.

El accidente juzgado ocurrió el 28 de julio de 2002 en el Cerro Catedral, en el sector donde opera la empresa Alta Patagonia, cercano a la "aerosilla de Militares". En esa oportunidad, circulaba por la pista a velocidad "imprudente por excesiva", un joven de 20 años, oriundo de Buenos Aires, Fernando Carlos Pereyra Iraola, ignorando la advertencia de un cartel que indicaba "despacio" en ese sector.

"Por no haber tenido la debida precaución y dominio", a juicio del magistrado, Pereyra Iraola embistió al matrimonio formado por los turistas Marcelo Fabián Scaiano y Ana Chabanne, y le produjo diversos traumatismos al primero y lesiones graves a la mujer.

Las lesiones de Ana Chabanne consistieron en la fractura del hueso de la nariz, con desviación del eje nasal, y fractura del radio del brazo izquierdo, lesiones de importancia grave, porque demandaron más de 30 días de curación.

Esta causa, en la que ya fue indagado el imputado y declararon como testigos los damnificados, instructores y patrulleros del Catedral, se inició por denuncia de la víctima, pero podría haberse impulsado de oficio, en razón del carácter de las lesiones. Sin embargo, pese a que los accidentes como el descripto son relativamente frecuentes en la montaña, es la primera causa considerada delito, que se encamina al juicio correccional oral y público.

Como antecedente de este caso se puede citar el fallo de la justicia Civil confirmado por la Cámara en octubre de 1999, en el que resultaron condenados un instructor de esquí, la escuela que representaba y la compañía aseguradora, a pagar casi 280 mil pesos a un esquiador que sufrió lesiones graves al ser embestido en una pista del Catedral. La sentencia también condenaba y le imponía una fuerte indemnización a "Ladobueno SA", la empresa concesionaria que explotaba el sector en el momento en que ocurrió el accidente. En el juicio penal que impulsó el abogado querellante en esa ocasión, el instructor embistente resultó sobreseído durante la instrucción y ni siquiera fue condenado por lesiones culposas.

El hecho había ocurrido el 23 de setiembre de 1991, y el damnificado fue Hugo Belloqui, quien esquiaba en compañía de una amiga, que después de superar una loma en una pendiente pronunciada perdió el equilibrio y cayó sobre el terreno. Belloqui la ayudaba a incorporarse cuando un esquiador que descendía a gran velocidad, Martín Marrero, instructor profesional que también practicaba la modalidad "schuss" o descenso directo, lo embistió y lo desplazó unos 40 metros, produciéndole graves fracturas.