–Usted escribió en Kitzbühel una nueva página de la historia del deporte. ¿Cómo califica su victoria?
–Sin duda fue mi mejor victoria. Desde el punto de vista emotivo fue tan especial para mí, que no puedo ni expresarlo. Me sentí tan entusiasmado como nunca antes en mi vida. La única vez que sentí algo semejante fue en Nagano (Japón), cuando conseguí ser campeón olímpico después de mi terrible caída. Pero yo coloco mi triunfo de Kitzbühel en primer lugar. Absolutamente nadie creía que yo fuera capaz de conseguirlo.
–¿Su regreso a la competición ha sido la reaparición del siglo?
–Lo que lo hace especial es que haya sido todo tan rápido. Muchos me daban por acabado para el esquí. Yo mismo era escéptico y dudé mucho sobre si tenía algún sentido que intentara volver a la competición. Durante mucho tiempo, mi pie no hacía lo que yo quería o lo que yo suponía que debía hacer. Que en estas condiciones haya conseguido ganar una carrera sólo 14 días después de volver a competir creo que es un regreso triunfal. Cuando me vi el pie por primera vez tras mi accidente, creí que el esquí se había acabado para mí.
–¿De dónde sacó las fuerzas para lograr su espectacular recuperación?
–Yo he tenido que luchar toda mi vida. Nadie me ha regalado nunca nada. De pequeño tuve problemas de crecimiento y luego fui excluido del equipo de promesas del esquí austriaco. Cuando estaba en la clínica, en la UCI, y una y otra vez miraba mi destrozado pie, sólo pedía a los médicos que por favor consiguieran que yo fuera capaz de medio caminar otra vez. Era lo más importante para mí. Nunca me hubiera imaginado entonces que mi pie podría volver a meterse en una bota de esquí...
RECUPERACIÓN. “Cuando vi mi pie tras el
accidente pensé que nunca podría volver
a calzarme una bota de esquí, que todo
ya había acabado”
–Hay quien dice que su recuperación fue muy lenta porque usted quería conseguir dinero de las compañías de seguro y de sus patrocinadores.
–Me molestó mucho que alguien pudiera pensar que yo retardaba mi regreso al esquí por motivos así. Además no lo necesito. Pero también hubo gente que creyó en mí, y en Kitzbühel se acabaron todas las especulaciones. Honestamente, me importa muy poco lo que diga la gente. He de mirar por mí, seguir mi camino.
–De ser llamado Herminator y Monstruo se ha pasado a Inmortal. ¿Le gusta más su nuevo apodo?
–Desde mi accidente veo las cosas de manera muy distinta. Por supuesto para mí ha sido la mejor victoria volver a competir y volver a ganar. Pero esto no me hace inmortal. Gracias a mi accidente de moto me he dado cuenta de lo rápidamente que cambian las cosas en la vida. Sin darte apenas cuenta puedes estar muerto. Ya no soy una máquina, sino un ser humano. Después del accidente hube de replantearme y admitir que yo podía sufrir físicamente como nunca antes lo había ni imaginado.
–Usted lloró después de su victoria en Kitzbühel. ¿Cree que su accidente lo ha hecho más humano?
–Por supuesto. No podía creer que esta historia despertara en mí tantos sentimientos, en aquel momento fueron muchas las cosas que salieron de mi interior. Mi gran deseo, por el que tan duro había trabajado tras el accidente, ya estaba cumplido. Es normal que dejara escapar mis sensaciones.
–¿Qué espera de los Mundiales de Saint Moritz?
–Desde hace mucho tiempo en cada carrera en la que he participado, yo era más o menos uno de los principales favoritos. Pero no es este el caso ahora. Todo lo que consiga será algo extra para mí, ya que no tengo la menor presión para ganar. En Saint Moritz estaré totalmente relajado. La carrera más importante de mi vida ya la he ganado en Kitzbühel.
–¿Dedicarse por completo a su retorno le ha supuesto acabar la relación con su compañera Gudrun?
–No. Mi retorno al esquí nada tiene que ver con el final de mi relación con ella. Son cosas que desgraciadamente suceden. Desde hacía tiempo, cada uno llevaba su vida. Aunque, sin duda, el accidente ha sido un factor. Me concentré tanto en mi trabajo que dejé muy poco espacio para una buena relación de pareja.
–¿Volverá a ser quien era?
–Tengo todo el tiempo que precise. Nunca me imaginé que volvería a ganar tan rápidamente. La próxima temporada ya cuenta para mí, y estoy convencido de que todavía tengo fuerzas y experiencia para seguir arriba.
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