El viento y la niebla, que en San Isidro no se disipó en toda la jornada, fueron el motivo, según el director de la estación, Jesús Fernández Llanos, de que el de ayer no fuera un buen día de esquí. La estación registró 3.000 esquiadores que disfrutaron de doce kilómetros de pistas en Cebolledo, Requejines y la zona baja de Salencias. El complejo deportivo de la Diputación de León esperaba poder abrir hoy también el área de Riopinos y ofertar en total 17 kilómetros esquiables repartidos en 14 pistas de diversas dificultades.
En Pajares se sumó a los esquiadores el numeroso público que siguió los saltos del campeonato de snowboard que ayer se desarrolló en la parte alta de la estación. Las pruebas, que comenzaron el sábado con la competición de barandillas, contaron con 35 participantes que protagonizaron espectaculares piruetas en el salto de nieve construido en las inmediaciones de la salida del telesilla cuatriplaza.
El complejo deportivo del Brañillín tuvo abiertos 15 kilómetros de pistas, con cuatro telesillas y cuatro telesquíes en funcionamiento. Para hoy está prevista la puesta en marcha de tres telesillas y un telesquí en las zonas media y alta de la estación, con unos espesores de nieve entre 35 y 70 centímetros.
La estación asturiana tuvo que cerrar esta semana varios días a causa del temporal. El sábado recibió 4.000 esquiadores, pese a que fue necesario retrasar durante varias horas la apertura de distintos remontes para limpiar la nieve y el hielo acumulados en las «pilonas» y las sillas.
La situación fue aún más compleja en San Isidro, donde el sábado sólo pudieron abrir el pequeño telesquí de debutantes de la zona de Salencias. Los operarios tuvieron que dedicar la jornada a desenterrar «pilonas» y a acondicionar las pistas afectadas por los fuertes vientos.
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