Carolina, nacida hace 21 años en Osorno (Chile) y que desde niña vive en Granada, se convirtió en 2000 en la gran esperanza del esquí alpino español, al lograr el mejor resultado desde la retirada de Blanca Fernández-Ochoa cuando fue segunda en el gigante de la Copa del Mundo disputado en Sestriere (Italia).
"Es mi mejor resultado en supergigante y en un gran evento deportivo internacional", dijo Carolina, que debutó en un mundial hace dos años, en St.Anton (Austria); e hizo su puesta de largo olímpica el año pasado, en Salt Lake City (EEUU), donde fue décimo quinta en esta disciplina.
"Si me metía entre las primeras diez, para mí ya era un premio. Ser novena es todavía mejor", explicó en línea de meta Carolina, poco después de fundirse en un fuerte abrazo con la fisioterapeuta de la selección española, la aragonesa Patricia Lardiés.
El puesto logrado por la andaluza tiene aún más mérito si se tiene en cuenta que salió a pista en primera posición y no tenía referencias de otras esquiadoras. "Empecé bien y sólo tuve un par de fallos de línea, uno en la mitad de recorrido y el otro en la entrada del muro final. Pero no he estado mal y he dejado correr los esquís", explicó Carolina.
Carolina no volverá a competir hasta el día 9, pero en sólo 24 horas disputará el descenso y la combinada. "Ahora, los días que siguen haré entrenamientos suaves, porque habrá que estar fresca esos dos días", indicó la andaluza.
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