Una Snowbike es como una btt, pero sin ruedas. ¿Y entonces –te preguntarás- cómo se mueve? Pues muy fácil, debajo de la bici hay esquís. También llevas esquís -cortos- en los pies (Foot esquís) y la parte delantera y trasera de esta bici singular están equipadas con una especie de parachoques que amortiguan los golpes. Estos parachoques están muy bien, porque reducen al mínimo la posibilidad de tener problemas de espalda. Un trasto de estos te puede salir por un ojo de la cara (en torno a las 200.000 pelas), en cambio alquilarlo está al alcance de todos los bolsillos.
Es facilísimo de aprender, mucho más sencillo que el esquí o el snowboard. No hace falta tanto esfuerzo y no resulta difícil de controlar, ya que es como conducir una bici con ruedas. Es ideal para las personas con problemas de rodillas que no pueden esquiar. ¡Ah! ¡Y es superdivertido!
Snow-bike, skibob o ski-bike
Son los tres términos empleados para designar una bici muy especial. Un cuadro de acero al que se le une un sillín, un sistema de suspensión, un manillar y un par de esquís en línea. Esto es una snow bike. Te sientas como si estuvieras conduciendo una bici normal y corriente, aunque eso sí, tienes el trasero mucho más cerca del suelo y en lugar de pedales llevas un par de “foot skies” (esquís cortos) que te ayudarán a mantener el equilibrio de este invento.
El esquí trasero, mucho más largo, está fijo y proporciona estabilidad. El delantero es mucho más corto y se mueve para poder girar y tomar una u otra dirección; está unido al manillar, desde donde controlas la dirección de la bici. En la nieve también hay baches, desniveles, piedras que sobresalen... para evitar que después de una excursión en snow-bike no te puedas sentar en un par de semanas, estas bicis de nieve tienen un buen sistema de amortiguación.
Además, el skibob es superligero, está hecho de madera, aluminio o plástico, para que no te cueste manejarlo y te sea fácil de transportar de un lado a otro. No es demasiado grande, suele medir de 1.9 a 2.29 metros de largo.
Conducir una bici de nieve es tan seguro o tan peligroso como esquiar. Puedes aprovechar tu ropa de esquí; pero necesitas un casco. El Skibob coge bastante velocidad y puede resultar peligroso si te caes, ya que puedes golpearte con alguna piedra. Y ya sabes lo que se dice: más vale prevenir que curar.
Todo empezó en los Alpes
Al parecer, las primeras bicis de nieve aparecieron en los Alpes a finales de 1850. O sea, que este deporte blanco, desconocido por la inmensa mayoría, es más antiguo que el hockey hielo, por ejemplo, y otros tantos juegos. Y hay testigos de que nació alrededor de tal fecha: una serie de cuadros y grabados de aquella época muestran a gente deslizándose por la nieve subida en una especie de vehículos de madera con un manillar de acero, un asiento y un esquí trasero. Un ingenioso vehículo que recuerda al actual skibob.
Al principio no se utilizaban por placer, como ahora, sino como un medio cómodo y rápido de transporte durante los meses de invierno. Los habitantes de algunos de los pueblos que salpican los Alpes a menudo se veían aislados por el mal tiempo y la nieve. Podían esquiar, pero si iban cargados con bolsas o cualquier otra cosa les resultaban muy incómodos los esquís. En cambio, aquella primitiva bicicleta de nieve les resolvía el problema: les permitía desplazarse rápida y cómodamente.
Los carteros suizos y los chicos de reparto también la utilizaban para desplazarse. No se empezó a practicar como deporte hasta después de la Segunda Guerra Mundial y rápidamente se extendió desde Austria y los Alpes Suizos por Alemania Occidental, Francia, Italia y la ex Checoslovaquia; y más tarde, saltó al otro lado del Atlántico, hasta los Estados Unidos y Canadá e incluso dio la vuelta al mundo y llegó hasta los nipones.
Durante el pasado siglo, proliferaron los modelos de snowbike. Y, a pesar de que es un invento europeo, se ve que en Estados Unidos ya habían inventado –sin conocer la existencia del ingenio europeo- hacia 1875 un vehículo muy parecido, una especie de bici a la que unieron un par de esquís.
Este deporte alcanzó su grado máximo de popularidad en los 60; había más de 40 modelos sólo en Europa y 23 países formaban parte de la Federación Internacional de Skibob (FISB), que es la organización que controla este deporte hoy en día.
A 160 km/h
Hay competiciones de skibob. Los “skibobbers”, que es como se llama a los adeptos a este deporte, suelen recorrer distancias de entre 3 y 5 km a altas velocidades. Son carreras muy emocionantes. Las competiciones internacionales, como por ejemplo la Europea o los Campeonatos del Mundo (que se celebran desde 1963 y 1967 respectivamente) están reguladas por la Federación Internacional de Skibob (FISB), fundada en 1961 y con sede en Viena.
Como todos los deportes, también hay varias modalidades de Ski-bike, como bajadas, slalom gigante y slalom especial. ¿Te recuerdan al esquí? Para manejar un trasto de estos, tendrás que hacer primero un curso con un monitor que te enseñe a llevar el snowbob, a controlar la dirección y la velocidad, y lo más importante, a frenar. Dando un paseo en una snow bike se pueden alcanzar velocidades de 40 a 65 km/h; lo más espectacular son las bajadas, en donde es frecuente llegar a velocidades vertiginosas de hasta 160 km/h.
¿En Bicicleta por la nieve?
Imagina deslizarte a más de 100km/h colina abajo, sin esfuerzo, haciendo carreras con tus amigos. Como una moto de nieve pero sin motor, o como una bici de montaña pero sin ruedas, cada vez es más frecuente ver a grupos de skibobbers en las pistas de esquí. Pásatelo en gran de con tus amigos. Prueba el snowbiking, una nueva aventura que seguro que querrás repetir.