El arranque de la temporada blanca, haciendo honor a su nombre, ha dejado en las estaciones de esquí altoaragonesas cerca de medio metro de nieve. Las precipitaciones se iniciaron con fuerza la madrugada del sábado y prosiguieron ayer por la mañana en los centros invernales, donde se vivió una jornada desapacible.
Por encima de los 2.000 metros de altitud existe un riesgo 5 muy fuerte de aludes, el máximo en la escala, según informó ayer el Centro Territorial de Aragón, La Rioja y Navarra del Instituto Nacional de Meteorología.
"Podemos hablar de la primera gran nevada del invierno, porque ha llegado por la noche hasta las poblaciones de las partes bajas de los valles, como Jaca y Sabiñánigo", comentaba un esquiador que por la mañana se había acercado a la estación de Candanchú.
Las pistas han mejorado sensiblemente sus espesores de cara al puente de La Inmaculada y La Constitución, para los que se espera una gran afluencia de visitantes.
El mal tiempo condicionó el funcionamiento de los centros invernales, que tuvieron que emplearse a fondo para poder abrir al público.
La peor parte se la llevó Formigal, donde las rachas de viento de hasta 87 kilómetros por hora, dato proporcionado por fuentes del centro, impidieron la apertura hasta el mediodía, cuando el aire amainó. Finalmente, se pusieron en marcha las sillas de Los Cantales, Valle de Izas y Sarrios para que los deportistas pudieran quitarse el "gusanillo" del primer día.
En Cerler, las cotas más altas alcanzan los 170 centímetros de nieve polvo y, aunque a primera hora de ayer las condiciones atmosféricas eran adversas debido a una gran nevada, a partir de las 10.30 el cielo se despejó y permitió ofrecer a los usuarios todos los remontes previstos, 10 de 13.
Los deportistas disfrutaron de una óptima jornada, pero a partir de las 13 se levantó un viento que no dejó de estar presente hasta el cierre.
En el Valle del Aragón, el día fue incómodo, con nieve, aire y bajas temperaturas, pero no desanimó a los esquiadores. Candanchú abrió de forma parcial y Astún registró algunos problemas de altibajos de tensión que afectaron al sistema informático y a las sillas, que sufrieron parones.
Uso de cadenas.
La nieve dificultó la circulación en algunos tramos carreteros. Las cadenas fueron necesarias a lo largo de la mañana en cuatro vías de la red autonómica: en la A-136, en el paso del Portalet, entre los kilómetros 12 y 27, en Sallent de Gállego; en la A-138, en Bielsa, en el tramo kilométrico 83-91; en la A-2606 por la que se accede al balneario de Panticosa; y en la A-139, en Benasque, entre los kilómetros 62,5 y 71.
Imagen de Candanchú en donde ese alcanzaron importantes espesores.
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