No sólo en la estación de esquí de Sol y Nieve se ha hecho patente la presencia del manto níveo, si no también en las proximidades de la capital, la capa blanca ha hecho acto de presencia. A una altura de 1200 metros la nieve ha comenzado a aparecer y por encima de l 1400 metros, ha nevado copiosamente. Por su parte los dispositivos de Protección Civil siguen alerta ante las previsibles consecuencias del temporal y del frío que está haciendo estragos en determinadas comarcas.
La estación de esquí de Sierra Nevada registra junto a la nevada un vendaval de viento en el que se han computado rachas de hasta 100 kilómetros por hora.
Obligatorio cadenas para acceder a la estación de esquí de Sierra Nevada.
Las precipitaciones de agua y nieve caídas durante la noche en la provincia de Granada obligan a usar cadenas en la carretera de acceso a la estación de esquí de Sierra Nevada a partir del kilómetro 18, según informó un portavoz de la Guardia Civil de Tráfico. Como es habitual en estos casos, en los paneles informativos de la A-395, por la que se llega a Sierra Nevada, aparece la obligación de circular con cadenas para llegar a la estación, que este fin de semana recibe a numerosos visitantes con la apertura de la temporada, pese a que el temporal impidió ayer abrir las pistas.
La gran nevada permitirá abrir más pistas cuando cese el temporal.
Las fuertes precipitaciones que en forma de nieve han caído durante la noche en la estación invernal de Sierra Nevada (Granada) han aumentado en un metro el manto blanco que lucía la instalación, lo que podría permitir abrir más kilómetros de pistas de los 13,5 previstos, cuando cese el temporal. Las nevadas comenzaron a caer en la zona de cumbres, sobre los 2.500 metros de altitud, aunque conforme avanzó la madrugada las precipitaciones fueron bajando hasta la cota de 1.800 metros, dejando en toda la estación hasta un metro más de nieve, superado en algunas zonas, según informaron en el Departamento de Prensa de CETURSA, la empresa pública andaluza que gestiona la instalación.
Tras las precipitaciones, que aún siguen cayendo aunque con menos intensidad, y con la nieve acumulada desde hace semanas, la estación dispone ahora de un manto blanco de entre 1,20 y 1,80 metros de grosor, sobre la que actúan los equipos de especialistas de CETURSA con el fin de consolidar las pistas preparadas y tratar de acondicionar más kilómetros de superficie esquiable. Las fuertes rachas de viento, de hasta noventa kilómetros por hora, han impedido abrir el domingo los remontes en el segundo día de la temporada, en el que como en la jornada inaugural de ayer, pese a que las pistas están cerradas hay una gran animación en Pradollano, la zona donde se concentran las urbanizaciones.
El pronóstico del tiempo prevé para mañana intervalos de cielos nubosos y precipitaciones en forma de nieve, si bien menos intensas que las del domingo y vientos del oeste de flojos a moderados. CETURSA anunció, que si las condiciones meteorológicas lo permiten, mañana podrían abrir los 13,5 kilómetros de pistas habilitadas para la práctica del esquí y que, incluso, podrían ampliarse.
Fuente: