Sierra Nevada recibió el viernes la primera gran nevada de la temporada, que dejó en algunas zonas un manto blanco de casi un metro de grosor, lo que garantiza la apertura de la temporada en la estación de esquí granadina el próximo 30 de noviembre, salvo cambios climáticos no esperados.
Las precipitaciones en forma de nieve caídas sobre Sierra Nevada en las últimas horas, que han otorgado a la estación de esquí su habitual aspecto invernal, fueron recibidas con satisfacción por el personal de CETURSA, la empresa pública andaluza que la gestiona, que comenzó a preparar las pistas.
El director general de CETURSA, Miguel Angel Serrano, dijo que con la nevada se mantiene el objetivo de abrir la temporada en la fecha prevista del próximo 30 de noviembre, aunque no descartó adelantarla al fin de semana próximo, una vez que se evalúen en los próximos días el estado de las pistas.
Las precipitaciones dejaron un manto de nieve de entre 20 y 30 centímetros de grosor en Padrollano, donde se localizan las urbanizaciones, y de hasta 50 centímetros en Borreguiles, la zona superior de la estación, aunque en cotas más elevadas el grosor es aún mayor en algunas áreas. Serrano explicó que el personal especializado de CETURSA procede ya a pisar las pistas con el fin de acondicionarlas, mientras los sistemas de producción nieve han sido activados, para aprovechar las bajas temperaturas en la estación, que oscilan entre los 0 grados centígrados y los menos dos grados.
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