Una de las conclusiones que se desprendieron de una charla, realizada ayer en la Pobleta de Bellveí, sobre la incidencia de las normas urbanísticas en la ordenación del territorio en la Vall Fosca, en la que participaron el director general d’Urbanisme, Joan Llort, el alcalde de la Torre de Cabdella, Josep Soldevila y Fernando Tortajada promotor de la estación d esquí, entre otros ponentes, fue la necesidad de urbanizar todos los pueblos ya existentes del valle sin crear núcleos de población nuevos y sin aglutinar todo el auge constructivo que representarán las futuras pistas de esquí de Filià en una sola localidad, como podría ser el caso de Espui.
Una de las preocupaciones que salieron durante la charla fue la de intentar que la Vall Fosca no se convierta en un valle fantasma, en donde la mayoría de edificios sean segundas residencias, se explicó que el 60% de camas que se han de crear serán hoteleras, así el beneficio que aportarán los turistas en la Vall Fosca revertirá en el propio territorio.
Jordi Balaguer, arquitecto encargado del proyecto de la furura estación, explicó que el principal motor de la futura Vall Fosca será la entrada en funcionamiento del dominio esquiable, que se ubicará en la montaña de Filià con capacidad para 3.500 esquiadores.
Fuente: