Tantos meses de inactividad invernal nos está volviendo locos a todos. Vemos impasibles a través de las webcams y redes sociales como la nieve se va acumulando en las pistas, mientras los remontes aún están cerrados. Estamos asistiendo a un inicio de temporada idílico, al menos en Sierra Nevada, con nevadas muy tempranas que se suceden día sí y día también, y una nieve polvo de calidad excepcional. Algodón puro. Y claro, las ansias por disfrutarla se acumulan, igual que lo hace la adrenalina...
La alternativa ya sabéis cuál es, el esquí de montaña. Desgraciadamente por el momento, al menos en Andalucía, solo está al alcance de aquellos empadronados en términos municipales con acceso directo a la nieve, como Monachil, Dílar, Guejar Sierra, Dúrcal, Lanjarón, Capileira o Trevélez. Desde todos ellos, gracias a lo baja que está la cota de nieve, se puede hacer alguna excursión con apriximaciones más o menos cortas. También es cierto que a los federados en montaña, a día de hoy, no se les está poniendo pegas en subir a entrenar, Al menos esa ha sido nuestra experiencia este pasado fin de semana. Al fin y al cabo, este es un deporte saludable que se practica al aire libre, totalmente protegido, y sin contacto alguno con otros practicantes, luego el riesgo de contagio es prácticamente nulo si se respetan las medidas de seguridad. Salir a pasear junto a otros miles de ciudadanos por el centro de la ciudad es bastante más peligroso y menos saludable.
Accediendo desde la estación de esquí, hay varias rutas muy interesantes y asequibles, incluso para los no iniciados en el esquí de montaña, que te permiten subir un buen desnivel sin demasiado esfuerzo y sin las complejidad que supone hacer diagonales en pendientes pronunciadas. El descenso se puede realizar o bien por las pistas, que ya están pisadas, con una buena base y sin piedras, o buscar rincones y laderas con nieve virgen, que los hay.
En nuestro caso, el pasado sábado optamos por subir por la Loma de Dílar para después bajar por una de las pistas negras, la Fuente del Tesoro, que aunque ya estaba pisada, había recibido una cuarta de nieve polvo la noche anterior. Mejor escenario para descargaar imposible.
La ruta comienza en Pradollano, siguiendo la pista del Río para después seguir en dirección al área de Montebajo por el Boulevard de la Loma de Dílar.
Para evitar los cañones y disfrutar de mejores vistas, es recomendable cruzar las lineas de los remontes en busca de la pista "El Peñon de Dílar", que discurre por el lateral derecho de éste área, siguiendo la linde entre la estación de esquí y el parque nacional. Esta és la única diagonal con algo de pendiente que hay que hacer en todo el recorrido pero es muy corta y facilita.
Una vez en el Peñon de Dilar, no tiene pérdida, sólo hay que seguir la pista, que es muy ancha y con poca pendiente. En caso de estar la estación abierta es más seguro ascender pegado a los burladeros de madera, evitando los esquiadores. También es muy útil los dias de viento o si irrumpe la niebla. Y lo mejor, te permite acceder a unas vistas únicas de la cuenca del Dilar, la Laguna, los Tajos de La Virgen y el Cartujo.
Al llegar a la intersección con la Loma de Dilar caben varias posibilidades interesantes. Seguir hasta el radiotelescopio y bajar la Visera, regresar por Montebajo, alargar la jornada descendiendo por el río Dílar en dirección a las Chorreras del Molinillo, excursión chulísima que ya os contamos hace unos años, o bien remontar unos pocos metros más hasta el stadium de competición del Prado de las Monjas para ya buscar la entrada de la Fuente del Tesoro.
Ésta fue nuestra opción, pues ya a estas cotas el viento era muy fuerte y la temperatura muy baja. La caseta de salida es un buen sitio para quitar pieles, abrigarse y tomarse un te calentito, pues te resguarda del viento. Y la visión desde ahí de Montebajo, Pradollano o el Veleta bien valen la pena.
Como podéis ver, esta es una excursión cortita, fácil, segura, que te permite disfrutar de la tranquilidad de la montaña, disfrutar de magníficas vistas, liberar tensiones, y que acaba con un bajadón por una de las mejores pistas de la Sierra y una descarga total de adrenalina.
Recordad, es fundamental comprobar los partes meteorológicos y nivológicos antes de salir. Las condiciones en Sierra Nevada cambian con facilidad, pasando de la nieve polvo al hielo de un día para otro.