Salir fuera del entorno de la estación siempre es un aliciente para todos los que nos gusta el esquí de montaña. Descubrir otros paisajes, esquiar nuevas laderas, disfrutar de la naturaleza en su estado más salvaje, huir del ruido y la masificación... las razones son muchas. A cambio, es problable que toque caminar porteando un buen rato los esquís, o enfrentarte a nieves que siempre son complicadas de esquiar, como es la costra o la venteada. Pero bien vale la pena, especialmente estos años tan secos y monótonos, cuando esquiar en nieve dura ya no motiva, y aún la primavera no ha entrado con la fuerza suficiente para disfrutar de nieve cremita.
Una opción muy divertida y asequible, pues no implica tener un nivel físico y técnico elevado, es el Pico del Caballo (3.011 m) . Es el "tres mil" más occidental, y se accede desde el pueblo de Nigüelas siguiendo la pista forestal que asciende desde esta población en dirección a la zona conocida como "La Rinconada".
El coche se puede dejar en el Cortijo Echevarría o bien continuar hasta donde la nieve lo permita por el carril de la Acequia de Los Hechos. El día de esta excursión, ayer martes (18/02), se pudo poner pieles a 2.150 m., a pocos minutos caminando desde el coche. Antes ya había nieve, pero no de forma continua como para permitir foquear. Aún así, el paisaje espectacular, con agua proveniente del deshielo en las cumbres corriendo por todos los rincones.
La escasez e irregularidad de la nieve obliga a quitarse los esquís en algunas zonas hasta llegar a los 2.400 m. donde ya el manto es continuo hasta la cima, pero no con mucho espesor. El tipo de nieve, el propio de la Sierra y la época del año, muy variada, costra, hielo, e incluso algo de polvo en las zonas más umbrías.
A la cumbre del Caballo se accede en poco más de dos horas subiendo tranquilo, y con este tiempo tan agradable permite ir en manga corta. Las vistas desde alli son de las mejores de toda la Sierra. Mirando hacia el sur y el este destaca el Valle del Río Lanjarón, mi favorito y el que más he disfrutado nunca esquiando. Ahora sólo tiene nieve en las caras nortes, pero siempre merece una visita, como ya os contamos en otro report.
Cumbre del Caballo
Laguna del Caballo, a la derecha del desague, el refugio
Desde el pico, antes de regresar, se puede hacer un corto descenso al refugio y la laguna del Caballo, que a pesar de las altas temperaturas aún se mantiene helada. Otra opción desde allí es remontar el valle del Lanjarón ascender al Tajo de los Machos y al Pico de las Alegas. Pero esta es una aventura que otro día os contaremos...
En esta ocasión, el regreso fue por el mismo sitio, una esquiadita de 600 metros de desnivel, sin más complicación que las tipicas piedras que hay que jugar a esquivar.
Itinerario seguido