Afortunadamente aún quedan en Sierra Nevada parajes vírgenes de una extraordinaria belleza a los cuales sólo se puede acceder andando o con esquís de montaña. Uno de estos sitios es el Pico del Caballo y hoy hemos tenido la suerte de poder subir esquiando casi hasta la cumbre.
Carril de subida al inicio
Partimos desde Nigüelas, ascendiendo por un carril de más de 13 km hasta el cortijo de Echeverría, ya en la vertiente del Río Dúrcal. El primer tramo del recorrido se hace por un carril con nieve, hasta que finaliza en la toma de una acequia, punto en el que comenzamos el ascenso por cualquiera de los barrancos que confluyen en dicha acequia.
El valle es amplio y facil en su inicio
Aunque el comienzo es con poca nieve, poco a poco va tomando color la subida, hasta que en la zona intermedia el paisaje es totalmente alpino. No obstante, desde que dejamos el coche en el carril hemos ido con los esquís puestos.
En esta zona hay mucha, pero que mucha nieve
En la zona alta encontramos algunas placas de hielo que tenemos que bordear para evitar caer al valle, aunque no es demasiado complicado, ya que la pendiente es suave. Llegando al collado de la Laguna del Caballo, nos desviamos a la izquierda, sin subir al pico, en dirección a Tajos Altos. Este tramo está mas resguardado del viento y tiene mucha más nieve que la cumbre propia cumbre del Caballo que está muy expuesta al viento.
En algunas zonas la pendiente era considerable
Hoy al llegar arriba se nos metió la niebla, por lo que decidimos terminar allí nuestra excursión. La idea era bajar por un corredor que desciende desde Tajos Altos al valle de Lanjarón,y desde allí subir a la laguna y posteriormente al pico, para finalizar de nuevo en el valle del río Dúrcal, pero las condiciones no eran las más apropiadas.
Los ventisqueros cargados de nieve se alternan con las placas de hielo
Nos queda pendiente volver a a hacer esta ruta al completo tal y como teníamos previsto, pero la montaña tiene sus riesgos y hay que respetarla. La bajada la hacemos por el mismo recorrido de la subida, ya que con la niebla no se ve mucho y preferimos asegurar siguiendo nuestras huellas de subida. La cabecera del río Dúrcal es muy amplia y es fácil despistarse y bajar por un barranco distinto. La nieve no está en muy buenas condiciones, mezcla de nieve dura, hielo y nieve polvo, pero se puede bajar bien y disfrutar enormemente del descenso.
Al fondo el Pico del Caballo
En resumen, una bonita excursión que volveremos a realizar próximamente pero con más nieve. ¿Alquien se apunta?