Como algunos ya sabréis, esta era mi primera vez en Formigal, era pues "virgen" en esta estación, aunque eso pronto tuvo remedio...
Llegamos el 31 por la tarde, a eso de las 17:30, la cosa no pintaba demasiado bien (aunque teníamos confianza en Joseba y Maneli, y como siempre no defraudaron)
El lunes amanecimos de esta guisa. Desayuno potente pero rápido que la ansiedad empezaba a correrme por las venas desbocada...
Teníamos reservadas clases, muy necesarias dado que no solamente era nuestra primera vez en Formi y no conocíamos la estación
sino que además llevábamos un par de temporadas casi en dique seco (entre el crío y otros temas poco pudimos esquiar el año pasado, con la de nieve que hubo). Eso sin contar que en estos grupos se suele conocer gente y hacer amigotes, cosa en la que también tuvimos muchísima suerte. Total, que a coger Furco y a que nos hicieran la prueba de nivel en Selva, mientras esperaba, fotillo.
Como comentaba gran potra, me tocó grupo E con un puñado de "endividuos" locos por la nieve y el que sin duda es el mejor
"profe" que recuerdo haber tenido nunca en los mas de 25 años que llevo en esto de lo blanco: el puto amo es el tío, con perdón.
Del tirón para Portalet, saltando de valle en valle, y a cuchillo toda la mañana. Mi primera sorpresa con el polvazo virgen
de Formi vino tras abandonar la Ratrack (un pelín coñazo el invento, pero merece la pena el paseo). He aquí el espectáculo que
nos encontramos.
Nos gozamos un par de fuera pistas que estaban perfectos, pero como estoy viejo y oxidado me "esbodiné" (me encanta el término,
nunca dejo de aprender palabros nuevos) un par de veces. Este de la foto no soy yo, es un compa del grupo gozándola a tope. Una pena que la cámara se saturase con tanta luz, con los guantes y la falta de previsión no pude ajustarla bien. Igual puedo retocarla mas adelante.
Comimos en Cantal, las vistas de nuevo tremendas, aunque había alguna nubecilla
El Martes se levantó un día espectacular, las vistas desde lo alto del TS de Espelunciecha lo dicen todo
Mas caña a tope toda la mañana, aprovechando todo lo que el TQ de Lanuza y el de Huegas daban de si, que era muuuucho,
para acabar destrozadito perdido picando algo en el poblado indio. Curiosa iniciativa que anima las pistas un pelín, para muchos será una chorrada pero yo lo encuentro simpático y original. Si nos hubieran dado de comer, ya
ni te cuento.
Por la tarde me dolían las piernas hasta sentado, ni los masajes del fisio del hotel consiguieron resucitarme así que el Miércoles
subí a pistas con las piernas como troncos de duras. A pesar de todo el profe no tuvo clemencia y esperó a última hora,
cuando mas pesaban las piernas, para meternos por el Boarder Cross (pedazo de pista, que gozote dióh míoh). Resultado, pacasa
a las 15:30.
El jueves se levantó perro, mas lloviendo que nevando, aún así pudimos encontrar la penúltima palita sin pisar de la estación y
"marcarla" con nuestra huella. También hicimos Descenso, por si acaso alguno pensaba que la sesión iba a ser mas tranquila
solamente porque se veía algo menos.
El viernes finalmente no pudimos esquiar, nos surgió un imponderable que nos obligó a adelantar la vuelta. Bien que lo sentimos,
especialmente nada mas ver cómo pintaba el día. Os dejo aquí una panorámica sacada desde el hotel:
En resumen, una experiencia extraordinaria, tanto por la estación en general, como por la gente que conocimos (hasta conocí a Lavane y todo !!