Por ello, las botas de esquí se han convertido en el producto estrella de las marcas de material duro. De hecho en los últimos años las tiendas están vendiendo mayor número de unidades de botas que de tablas de esquí. Una de las marcas que revolucionó la customización de las botas de esquí fue Fischer con su tecnología Vacuum Fit; siendo los pioneros en la adaptación de la bota al 100% a la anatomía de nuestro pie, incluyendo la carcasa exterior entera. En este reportaje queremos ir más allá y nos adentramos en los pequeños detalles que nos ofrecen los botines de esquí y que en su conjunto nos dan unas sensacionales prestaciones.
A simple vista, un botín no nos dice mucho; hace años que se termo-forman para su adaptación a nuestro pie; pero aquí no se acaban las prestaciones de esta importante zona en contacto con nuestra piel. Fischer presenta unos botines que ayudan a transmitir de forma más directa la energía hacia nuestros esquís, con posibilidad de incorporar velcro en la lengüeta y/o cordones, y refuerzos en una de las zonas más importantes del botín: el talón, el cual debe ir muy bien sujeto, También ofrece botines con aislante térmico realizado en aluminio 3D que nos mantienen el pie siempre cálido. Todo ello en materiales sin costuras y diseño de la lengüeta asimétrico que elimina la presión en nuestro empeine y se ajusta mucho mejor a nuestra anatomía. Hay lengüetas que también son de quita y pon a través de un velcro que nos permite ajustarlas al resto del botín y a nuestro gusto.
Por otro lado, cuántas veces nos hemos quejado de que los dedos de los pies los tenemos apretados dentro del botín, un incremento del 6% en la ampliación de esa zona nos permite un mayor ajuste y confort sin perder prestaciones. Y obsesionados con el confort, si la zona de la puntera está reforzada en neopreno y licra aislante obtenemos un alto nivel térmico y que observamos en las botas Fischer.
¿Sabías que algunos botines incorporan material anti bacterias? Sí, así como su construcción previene el mal olor y evita las deformaciones del botín.
Fíjate en la entrada y salida de tu pie en el botín, entra más fácil y se mantiene más sujeto cuando intentamos sacar el pie. La zona deslizante unidireccional de la caña es de gran ayuda para ponerte las botas a primera hora del día. Y si miramos el interior del botín desde la parte superior de la bota, veremos que su forma presenta Pads anatómicamente pre-formados en talón y tobillo para un mejor ajuste de esa zona.
Recientemente, y tras ser aprobados en la Copa del Mundo, también vemos accesible para el gran público que algunos botines incorporan un material pegajoso que evita que la carcasa de la bota en contacto con el botín quede más unido y evite cualquier movimiento horizontal y vertical.
En las botas de Fischer también podemos apreciar un punto pivotante fijo en la caña del botín que permite una óptima rotación sin fricción y mayor durabilidad del botín.
Si la bota es el material duro más importante de nuestra compra, todo empieza por el botín, siendo la pieza que está siempre en contacto con nuestro pie.