Primer fin de semana de la temporada y nos hemos encontrado unas muy buenas condiciones. Temperaturas bajas, sol, poca gente (aunque ya hemos hecho los reencuentros pertinentes) y buena nieve. Vamos, parecía el comienzo perfecto.
Poco a poco cogiendo confianza y apretando un poco más en cada bajada. En Masella podemos bajar desde lo alto de la Tosa hasta la base de la estación. No hay muchas pistas abiertas, pero ya puedes poner a prueba las piernas con descensos largos.
Se agradece poder empezar bajando desde aquí hasta la base y con esta nieve. La cosa se ha hecho esperar, pero las condiciones son muy buenas y suponemos que poco a poco irán abriendo más pistas. Pinta bien para Navidad.
La gran sorpresa ha sido la poca gente que había en pistas. Parece mentira como el ser humano tiene estos comportamientos gregarios y pasamos de la marabunta en los 3 días de la Inmaculada (y con pistas cerradas) a poquísima gente en el Valle y en pistas el fin de semana siguiente, justo cuando abren por primera vez.
Y cuando lo estábamos pasando en grande y todo parecía ir sobre ruedas, una caída tonta y susto importante. Visita al servicio médico y, de momento, descartamos cosas serias, pero habrá que mirarlo con calma y, de momento, toca descansar. Me alegro de no haber hecho "un Freixenet" (Ferran, me acordé de ti...).
El resumen es: los que podéis, aprovechad, que nunca se sabe lo que puede pasar...