Un año más, la nieve se ha hecho de rogar. Pero al final, la temporada siempre llega y ya la volvemos a tener aquí. Y además, ha venido a lo grande y estamos ante un comienzo de los buenos, pues ha nevado mucho en todas partes y además, hace frío. Vamos, que hemos pasado del verde a unas condiciones más que buenas en poco más de 24h.
Como Masella anunció que abría hoy martes, no he podido dejar de seguir la tradición y me he escapado a ver cómo está la estación y poder estrenar material, que había ganas.
De camino a la estación, la imagen que ofrecía La Cerdanya era ya todo un indicio de lo que iba a encontrar más arriba. Primera parada en la base de la estación a recoger las cosas y el aspecto ya era espectacular, con los cañones a todo gas y bastante nieve acumulada.
El primer día estaba abierto Coma Oriola, pero a partir de mañana miércoles ya abren hasta la base de la estación.
Como cada temporada, hay algunos rituales a los que prestamos toda la atención. Ponerse las botas y calzarse los esquís. Es algo que se acaba convirtiendo en totalmente rutinario pero que el primer día despierta unas emociones muy especiales.
No tenía demasiado tiempo, así que he ido a lo que iba. Unas cuantas bajadas, coger un poco de sensaciones, que este año toca ver cómo van las rodillas, y poco más.
El aire fresco, el crujido de la nieve bajo los esquís y la emoción palpable en el ambiente. Así hemos empezado nuestro primer día de esquí de la temporada en la estación de Masella. ¡Esta escapada entre semana para abrir temporada sienta la mar de bien!
Las condiciones para ser el primer día han sido inmejorables. Empezar con buena nieve y los árboles blancos seguro que ayuda a que la experiencia sea mejor.
A la que abran más pistas, esto valdrá mucho la pena. Me he quedado con ganas de mucho más, así que habrá que ir pensando en la siguiente...