El telesquí es el remonte más sencillo que podemos encontrar en una estación de esquí, dejando de lado cuerdas y similares. Aunque cada vez cuestan más de ver en según qué estaciones, seguramente has cogido alguno. ¿Te has preguntado alguna vez cómo funciona un telesquí?
Dos tipos de telesquí
Hay dos tipos de mecanismos de telesquí: el de pinza fija y el que permite que las perchas se desacoplen del cable y que solo avancen cuando las cogemos. El telesquí de pinza fija es un mecanismo que no necesita mucha explicación, mientras que el telesquí desacoplable tiene más miga y es sobre el que voy a hablar hoy. Nos recuerdan a los remontes desembragables, pero únicamente se acoplan y desacoplan del cable.
Un poco de historia del telesquí
Debemos el invento del telesquí "desacoplable" a un ingeniero polaco, Jean Pomagalski, hijo de un huído de la revolución de Polonia de 1905. Y si empezabas a sospechar que ese apellido te sonaba, pues sí, se trata del fundador de la que, más tarde, sería la empresa de remontes POMA.
La web de Poma y otras fuentes consideran a Pomagalski como el inventor del telesquí. No obstante, parece que el primer remonte data de 1908 y fue creación del alemán Robert Winterhalder, pero el telesquí, más o menos como lo conocemos actualmente, es obra del gran Pomagalski, que parece que se obsesionó por mejorar el sistema de pinza fija y acabó creando el sistema que tenemos actualmente.
Funcionamiento del telesquí
Lo primero que hay que saber es que, en un telesquí, la pieza que une el cable con la percha es fija, es decir, no se cierra o abre para quedar fijada o suelta. Y el agujero de esta pieza es de mayor diámetro que el cable. Y aquí empieza la "magia" del invento de Pomagalski.
Para entender cómo funciona un telesquí, tenemos que conocer lo que es un sistema de autobloqueo, que es lo que se utiliza para poder fijar la percha al cable.
Es tan común en muchas cosas de nuestras vidas que a menudo no pensamos en lo que hay detrás.
Sistema de autobloqueo. Imagen de Wikipedia. Solo acercando la fuerza al eje se consigue liberar el sistema.
Desde una llave inglesa, que solo podrás mover con la rosca, pasando por un riel para colgar un cuadro o, como no podría ser de otra forma aquí, el booster que llevan algunas botas. Todos estos mecanismos se caracterizan porque cuando, por su geometría, actúan, no hay fuerza posible que los pueda mover, pues la fuerza no hace más que "empeorar" las cosas. La única manera es eliminar las fuerzas que provocan el autobloqueo.
Si nos fijamos en la parte superior de la percha de un telearrastre, vemos que tiene la forma siguiente, con una extensión hacia adelante:
El diseño hace que, cuando hay fuerza hacia abajo, la forma de la pieza provoca que se bloquee, tal como se ve en la imagen. Cuanta más fuerza hagamos, más se bloquea, por lo que la percha siempre irá fija, tanto si hay peso como si únicamente va la percha.
Cuando llega a la base, la percha pasa por un carril que hace que la pieza se mantenga horizontal, sin poder hacer fuerza hacia abajo. En este momento, se desbloquea y el cable pasa por el agujero del cilindro que lo rodea.
Vista frontal del carril que mantiene las perchas desbloqueadas. Foto: IPD
Este carril tiene pendiente hacia abajo y las perchas se aguantan por un tope que, cuando accionamos el mecanismo de salida, deja pasar una que, cuando sale del carril, al volver a tener fuerza hacia abajo, se bloquea y sale unida al cable.
Completa el invento del telesquí la varilla telescópica, que con el muelle que lleva incorporada, permite modificar la altura del las perchas durante el trayecto, así como reducir el golpe inicial de la salida.
Como elemento de seguridad, existen unos dispositivos que avisan y detienen el movimiento en caso de descarrilamiento del cable. Son elementos tan sencillos como efectivos.
La rueda negra siempre estará alta mientras el cable no se salga de la guía
Seguro que a partir de ahora, cuando cojas uno de estos fantásticos remontes, echarás más de una mirada hacia arriba.