Los anglosajones, a veces nos pueden parecer algo artificiales con su manera de actuar políticamente correcta. Todo son buenas palabras, lo negativo se minimiza hasta un extremo que cuesta de detectar, etc. Vamos, que uno tiene que acostumbrarse un poco para acabar sabiendo realmente lo que quieren decir.
Hace muchos años que sigo a Mikaela Shiffrin. Y desde sus inicios, siempre ha tenido un trato exquisito con todo el mundo. Siempre palabras amables, siempre pendiente de los miembros de su equipo y también se acuerda de sus rivales en cada carrera. Tuve la ocasión de pedirle una foto durante una prueba de la Copa del Mundo, cuando ya era la mejor en slalom y en un momento en el que parecía que no encontraba dónde estaba su equipo. Aún así, estuvo encantadora.
Siempre se ha dicho que esta manera de actuar que tiene la campeona americana proviene de las tres reglas de oro que le transmitió su padre cuando era pequeña: Be nice, think first, have fun (sé agradable piensa primero, diviértete). Y a decir verdad, las cumple a rajatabla, desde que empezó a ganar algún slalom hasta cuando pasó a convertirse en la mega estrella del circo blanco que es actualmente.

Lleva la Golden Rule escrita en el casco
Además, creo que no me equivoco si digo que es muy inteligente y demuestra mucha sensibilidad hacia temas que podrían resbalarle desde su posición y se implica con muchos de ellos.
Ser así cuando estás rompiendo todos los récords parece algo más fácil que cuando las cosas se tuercen. Acordarse de tus rivales cuando las miras por el retrovisor cuesta menos que cuando las tienes delante. Tenía mucha curiosidad en ver, y confiaba en que así fuera, qué pasaba cuando Shiffrin dejara de ser la mejor. Y llegó ese momento, de la mano, además, de un duro golpe para ella como fue la pérdida repentina de su padre, que ejercía un rol importantísimo en su vida, tanto a nivel personal como profesional.
Desapareció un tiempo, pero volvió, mucho más frágil y viendo cómo otras pasaban por delante suyo. Pero nada cambió en su comportamiento. Siguió felicitando a sus rivales cuando ganaban y apoyando a los demás corredores del equipo americano, demostrando que todo lo anterior no era impostado.
Cuando, finalmente, la temporada pasada volvió a subirse a lo más alto del cajón en Courchevel, esto es lo más duro que les dedicó a los que la daban por acabada:
Y siguió en su línea de solo ser positiva y agradable y siempre felicitando a cualquiera que lo mereciera.
Faltaba un capítulo más, el de tocar fondo. Y este momento ha llegado en los JJOO de Beijing. Dos carreras y las dos DNF en la primera manga. Y no dos cualquiera, sino el SL y el GS. Desde 2018, únicamente en una prueba técnica no había acabado. Y en muy pocos días se ha salido en tres carreras, las dos olímpicas y en el SL de Kranjska Gora hace un mes. Es humana y algo no acaba de ir perfecto, es evidente. Pero aún así, no ha dejado de animar a los de su país y de felicitar a sus rivales.
Puedo intentar imaginar lo que pasa por su cabeza y lo que puede suponer tener que seguir haciendo todo esto en estos momentos duros, con una presión insoportable. Es un ejemplo para cualquier deportista y, por ello, hay que descubrirse ante semejante actitud. No he visto nada igual en ningún otro atleta, del deporte que sea. Es un modelo a seguir para todos y tenemos la suerte de que practica nuestro deporte.
Qué afortunados son los americanos de tener en su equipo a alguien así. Bravo por ella, es muy grande tanto dentro como fuera de la pista. Esperamos volverla a ver sonreir pronto. Y parece que tiene buen apoyo al lado. Me quedo con el mensaje de Kilde: